GRADERÍO

Ramón Gómez-Vivancos García

Que pase el siguiente

EL Almería ya gana como los grandes. Ni siquiera le hizo falta jugar bien para adelantarse en el marcador ante un Racing que saltó al campo muy mentalizado, como si se jugara mucho más que su rival. Sin pasar grandes apuros, la fortuna se alió con los nuestros, si bien a raíz del primer tanto, el Almería fue el que mejor se adaptó a la nueva situación. Tanto, que al final el Racing acabó desquiciado. Y todo ello, a pesar de la desafortunada actuación de Uche, que no dio pie con bola. Por el contrario, al fin empieza a emerger tímidamente aquel Piatti que conocemos de los vídeos de youtube. El argentino, además de refrendar su punta de velocidad, mostró su habilidad en varias jugadas que no llegó a culminar. No es el nuevo Messi como dicen por ahí, pero sí puede llegar a ser un jugador decisivo para nuestro conjunto. A la fiesta se unió Crusat, que vuelve a dar señales de vida, justo antes de la madre de todos los partidos para la afición rojiblanca. Un Almería centenario, sin presión, a nueve puntos del descenso, con un técnico que se asienta a medida que pasan las jornadas, recibe posiblemente al mejor equipo del mundo, el único que ha sido capaz de ganar todas las competiciones en un mismo año. La guinda la tendría que poner el ambiente de gala que todo gran espectáculo merece. De momento, con su artículo de ayer, Paco Gregorio sentó las bases con respecto a este tema, aunque tiempo habrá de analizar el aspecto que presenten las gradas el próximo sábado. Por último, un dato a tener en cuenta: en las tres últimas campañas de esta misma jornada, los antepenúltimos llevaban como mínimo 24 puntos. Esta temporada el Valladolid lleva 20. Saquen sus conclusiones.

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