MUCHO interés declarado por Lillo, pero la realidad fue bien distinta. El paupérrimo encuentro disputado por el Almería nos confirmó algo que muchos intuíamos: los jugadores pensaban más en el escaparate que supone jugar frente al Real Madrid, que en la lucha ante un rival que no se anda con chiquitas, sobre todo en San Mamés. Pero, ¿y el entrenador que tanta ilusión tenía? La alineación inicial pudo obedecer a la típica rotación debido a la acumulación de partidos que se avecinan, sin embargo lo de ayer fue más bien una descarada reserva de jugadores que vienen siendo titulares en las últimas jornadas. Todo esto no tiene por qué ensombrecer la extraordinaria labor que viene realizando Lillo, porque ni lo bueno tapa lo malo, ni lo malo tapa lo bueno, y en caso del tolosarra ha habido mucho más de lo bueno. No obstante, hoy estamos analizando estrictamente lo acontecido ayer tarde, una derrota que me dolió especialmente porque vino acompañada de una pobre y desinteresada imagen ofrecida en un escenario histórico, máxime cuando la UD nunca había sido derrotada allí. Por no seguir hablando del encuentro, me quiero referir a la pifia del comentarista de Gol TV, el técnico Víctor Muñoz, cuando aludió a los pocos partidos que había disputado el internacional colombiano Vargas en la presente campaña, dando a entender que, antes Hugo y ahora Lillo, apenas habían contado con él. Como decía José María García, hay que estar documentado para informar, y más cuando los emolumentos del ex jugador seguro que no son nada desdeñables. Por cierto, tampoco la web del club se quedó atrás al obviar durante la semana pasada que el partido iba a ser ofrecido por Gol TV.