LES propongo que observen detenidamente la última jugada del partido. Centro de Navas al corazón del área, mientras toda la defensa almeriense permanece estática. Incluso Acasiete se aparta para que remate Rodri. Me duele tener que reflejar esto porque el Almería realizó un encuentro colosal, pero yo lo vi así. Tampoco me gustaron los saludos efusivos y las risas tanto del presidente como del consejero Jesús Verdejo, a la hora de dar la enhorabuena a la directiva del Sevilla. A ver si va a ser verdad que la absurda unión de equipos andaluces funciona. En cualquier caso, exceptuando dicha jugada, la actitud del equipo y la imagen transmitida a toda España fue excepcional, teniendo en cuenta que la de ayer fue la primera retransmisión de la historia en abierto, que a nivel nacional se realiza desde nuestro estadio con participación del Almería. Resultó curiosa la ovación a Negredo tras su justa expulsión. El madrileño se la merecía, después de la insensibilidad de Hugo Sánchez la pasada campaña. Hablando de despedidas, la que anoche eché en falta fue la de Diego Alves. A buen seguro que el cancerbero no volverá a pisar el césped del Mediterráneo de rojiblanco. Ahora sólo cabe esperar que esta tarde se salven los más torpes, para que la siguiente temporada tengamos más posibilidades de salvación. A partir de mañana comienza el baile de las renovaciones y de los abonos. Parece ser que el presidente ha dado marcha atrás, y no utilizará a los abonados como comerciales para que nos pudiéramos ahorrar los días del club. Se ve que se suprimirán sin más. Si así fuera, al fin Alfonso García ha escogido el camino que le puede llevar a lograr una decente y rentable cifra de abonados.