PERMÍTANME que sueñe despierto. No paro de repasar la actual plantilla del Almería, con 15 jugadores que en diferentes categorías han sido internacionales. Tras la llegada del central Marcelo Silva, la ilusión me embarga imaginando lo que puede dar de sí un conjunto reforzado, rejuvenecido, que ha mantenido la base de la pasada campaña. Se ha dado un salto de calidad, si bien no podemos cegarnos y dejar de reconocer que la mayor incógnita reside en la posición de delantero centro. La puntería de Ulloa y de Goitom será clave para definir el objetivo de un plantel que cuenta con un centro del campo brutal, tremendo. La medular es la línea más importante de un equipo, porque puede determinar el rendimiento de la defensa y de la delantera, independientemente del nivel de éstas. El día que, casi al unísono, se confirmó la continuidad de M'bami y el fichaje de Valeri, empecé a frotarme las manos y a pensar que en esta temporada se podría aspirar a algo muy bonito. Pero me falta una pieza, discutida y vilipendiada, con el nombre de Kalu Uche. Sé que el nigeriano está más fuera que dentro, pero podría ser la guinda de nuestro pastel. Por cierto, mientras elevamos el listón de nuestros jugadores, sigue bajando el de algunos responsables del club. Me refiero a la pobre presentación de la nueva equipación (faltaba la del guardameta), con maniquíes y parche de publicidad incluido sobre la elástica rojiblanca. Alfonso García merece mejores colaboradores. La calidad y el diseño de la nueva indumentaria es muy inferior con respecto a la pasada campaña, al igual que la enésima segunda equipación, en esta ocasión con sosas líneas grises. Además, ¡imperdonable la exclusión del Indalo!