LA historia está plagada de tipos bajitos que se han querido subir en pedestales. De eso los españoles sabemos un rato y en la Francia de Napoleón, ya, ni te cuento. Pero si algo tienen los gabachos son ganas de pelea cuando les tocan los derechos y vamos ya por la sexta (¿o es la novena?) huelga general en el país vecino.Vecino... de arriba, de los que a veces molestan con sus tacones y pierden calcetines en nuestros tendales. A mí me producen cierta envidia, como cuando alguien gime en el segundo piso, las protestas de París. Y un poco de pena, también, pensar que a los españolitos no se nos tuerce el mostacho igual cuando nos tiran de él. El marido de la Bruni, harto ya de tanta tontería social, ha dicho que si no cesan los disturbios tendrá que tomar medidas (chiste fácil). Y ya sabemos que rectificar no es cosa de bajitos cuando no dejan de joder con la pelota.