TENEMOS que estar contentos con la primera victoria en casa de la temporada, aunque ésta se haya conseguido jugando con la confianza que dio el resultado de Anoeta y el hecho de tener como rival a un conjunto con varios suplentes. El triunfo debería tener su peso psicológico de cara al futuro inmediato, no obstante la impresión que volvió a dejar el equipo fue la de un conjunto que practica un fútbol correcto, y gracias, pero sin mordiente, sin pasión, sin presión. No termino de ver a un equipo ordenado y disciplinado, que sabe a lo que juega. Es cierto, hemos pasado de ronda en la Copa y de momento seguimos fuera del descenso, pero me temo que como continúe la misma filosofía transmitida desde el banquillo, se acercan negros nubarrones. Ojalá me equivoque. Me llamó la atención la baja forma física de Goitom. Pese a que su gol fue ciertamente bello, el sueco tuvo que recurrir a su depurada técnica en una jugada que debió haber culminado con la diestra. Más tarde, se pudo ver claramente cómo se arrastraba por el campo después de una simple carrera. Esto nos debe poner en alerta acerca de la preparación física o quizás sobre la ausencia de concentraciones previas a los partidos como acostumbra Lillo. Por último, varias consideraciones: anoche se hizo un flaco favor al dejar el mismo precio de las entradas que rige en liga. La grandeza de la ley, en este caso establecida y comprometida por el presidente, está en su flexibilidad. También el club debe cuidar ciertos aspectos como el de la retransmisión televisiva que anunció a través de su página web. El error de un periodista externo no debe servir como excusa, porque las noticias hay que contrastarlas debidamente.