EN los prolegómenos del encuentro de anoche, Alfonso García manifestó que para la próxima temporada tiene la intención de contar con más de la mitad de la plantilla actual; en concreto, con 13 ó 14 futbolistas. Teniendo en cuenta los integrantes del plantel que, confirmados o no, a buen seguro abandonarán el club rojiblanco, miedo me da el retorno a una categoría con alto nivel y muy traicionera. A excepción de algún brote verde (siendo generoso), la época de Olabe no ha hecho sino aumentar con lupa las mamarrachadas perpetradas por Lillo y los desaguisados maquinados por Oltra. El choque de ayer vino a resumir la trayectoria de un conjunto que abandona la categoría con los siguientes datos escalofriantes: es el equipo que más goles ha recibido, el que menos partidos ha ganado y, sobre todo, el que ha entrado en la historia de la liga por partida doble debido a las goleadas encajadas en casa frente al Barça y anoche en el Bernabéu, incluyendo el récord absoluto de goles de Ronaldo. El problema de la base de este conjunto, que tantas tardes de gloria nos ha brindado y que por derecho propio pasará a nuestra pequeña gran historia, es que es totalmente previsible en ataque (la jugada del nuevo gol de Uche en el Bernabéu, la hemos visto demasiadas veces) y desastroso en defensa. Desde mi punto de vista, habría que hacer una limpieza más profunda para eliminar los vicios adquiridos que, repito, nos sirvieron en el pasado pero nos pueden condenar en el futuro. La continuidad de Benito y la posible de Olabe, me producen un repelús instantáneo. Si continuara el técnico vasco junto a gran parte de la plantilla y se ascendiera, ojalá que dentro de un año alguien me empapele el rostro con este artículo.