Por segundo año la cochinilla del carmín sigue asolando las paletas y chumberas del norte de la provincia. Se ha convertido en una molestia considerable para los vecinos; los mosquitos son tan pequeños y numerosos que por la noche impiden que se puedan abrir ventanas y se cuelan incluso entre las mosquiteras. Pero el verdadero problema es sin duda la desaparición de una de las plantas más típicas de la comarca del Almanzora y el Levante almeriense. Si no hacemos nada por remediarlo, en muy poco tiempo, disfrutar de un buen chumbo formará parte del pasado. La cochinilla del carmín ha destrozado cientos de plantaciones de paletas. Han desaparecido de nuestro paisaje y seguimos esperando que las diferentes administraciones tomen cartas en el asunto. Solo el Ayuntamiento de Huércal Overa ha emitido un Bando municipal en el que obliga a los propietarios de terrenos con chumberas a que actúen y tomen las medidas oportunas en caso de estar afectadas por esta plaga.

La cochinilla que afecta a la provincia de Almería se denomina raptilopiussupuntia. Se detectó por primera vez en el año 2007 en la Región de Murcia y alrededores, y su origen está relacionado con su actitud para ser utilizada en la industria cosmética, incluso alimentaria, ya que de ella se puede obtener un colorante alimentario.

Al margen de cómo afectará esta plaga a nuestro paisaje, muchos vecinos se preguntan si tiene consecuencias para la salud de los ciudadanos. Francisco Javier Fernández Abad, Técnico de Sanidad Vegetal de la Junta explica que "esta plaga no supone en ningún momento un problema para la salud de las personas ni de los animales. Es un insecto que afecta únicamente a cactus y de manera particular a la chumbera, alimentándose del contenido de ellas y produciendo su desecación cuando el número de individuos es muy numeroso". En principio una paleta afectada por la cochinilla del carmín no supone un riesgo para la salud, aunque está claro que es algo poco apetecible. El problema sería si desconocemos si esa chumbera ha sido tratada con algún producto químico para combatir la plaga ya que el chumbo en este caso si incorporaría esa sustancia química, y "en este caso sí que puede ser un peligro para la salud".

Las paletas se encuentran indefensas ante este plaga que se alimenta de su contenido y poco a poco va produciendo su desecación. Si acudimos a la ley 43/ 2002 de Sanidad Estatal ésta establece que en general los propietarios de las cubiertas vegetales tienen la obligación de mantener las paletas en buen estado fitosanitario. Es por ello que si estas paletas están en terrenos públicos será la Administración competente la que tenga que realizar los tratamientos o la vigilancia de esas paletas. Si están en terreno privado, en manos de particulares o de sociedades, tendrán que ser ellos los que asuman el coste o la obligación de llevar a cabo esas medidas de control. Pero a fecha de hoy no existen medidas generales concretas por parte de las adiministraciones dirigidas a la lucha contra la cochinilla del carmín.

A nivel particular es también complicado frenar la plaga, ya que cuando está muy extendida lo más recomendable es arrancar y enterrar. El producto químico es efectivo pero hay que hacerlo mediante personal cualificado que sepa utilizar el material fitosanitario y esté autorizado para ello, e incluso hay que tener la precaución de hacerlo cada cierto tiempo porque no basta solo con el tratamiento.