Almería

El corazón puede dejar de latir

  • La asociación de enfermos cardíacos pide ayuda para poder desarrollar su trabajo y si no desaparecerá · El Ayuntamiento ha cedido la sede y la Junta lo ha amueblado

Juan José Alarcón es el presidente de la Asociación de Enfermos del Corazón de la provincia de Almería Aencoal, una entidad que cuenta con un millar de socios y tiene su sede en Aguadulce. Se creó sin ánimo de lucro en 2005 habiendo realizado diversas actividades, como los paseos cardiosaludables, o actualmente las charlas en los colegios de la provincia en colaboración con el servicio de emergencias 061 para dar a conocer hábitos saludables que eviten a los más jóvenes sufrir a lo largo de los años cardiopatías.

Alarcón es un enfermo del corazón, militar jubilado que ha sufrido tres infartos, pero que aún así no cesa en su intensa actividad diaria para llevar adelante la asociación. Actualmente se encuentra haciendo cursillos básicos de reanimación cardiopulmonar en los colegios de la comarca del Poniente y repartiendo folletos, revistas, libros, dvds, cartelería, documentación, etc., cedida por la Junta de Andalucía, por estos centros escolares, con el fin de enseñar a los escolares todo lo relacionado con las enfermedades coronarias, y los consejos para evitar tenerlas, en lo posible, como el ejercicio físico, el abandono del tabaquismo y una alimentación basada en frutas y verduras. Además firmas como Puleva o Coexphal han colaborado para organizar desayunos cardiosaludables en los colegios. Su objetivo es que todos los pueblos de la provincia se beneficien de sus actividades, pero para ello necesitan la ayuda de las administraciones, puesto que la única asociación de enfermos del corazón de la provincia no dispone de fondos ya que la mayoría de los socios son testimoniales y no pagan cuotas. El local en el que se encuentran ha sido cedido por el ayuntamiento de Roquetas de Mar y ha sido amueblado gracias a las ayudas de la Junta de Andalucía, pero no disponen ni de teléfono. Quienes allí trabajan son personas jubiladas que no pueden hacer frente a los gastos que una asociación benéfica de este tipo requiere.

Recientemente el Ayuntamiento, que se está volcando en apoyarles, les ha comunicado que les cedía un solar para que pudieran construir allí su sede, sin embargo la asociación no dispone de liquidez para realizar las obras, ni tan siquiera puede contratar la redacción del proyecto. Alarcón hubiera preferido que "nos cedieran un edificio que hay aquí debajo de 300 metros cuadrados, que es un instituto que lo están terminando, para hacer las sesiones de cardio rehabilitación, un gimnasio, un aula de formación para las clases, etcétera. Gabriel Amat se está volcando con nosotros, pero nosotros no tenemos medios para afrontar la construcción de un edificio".

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