El parador. Roquetas de Mar

La legión guarda con paso firme

  • Custodiaron al Cristo de la Buena Muerte y lo acompañaron en su su traslado a la Casa Hermandad.

Sonido de tambores y cornetas ante la llegada de La Legión Española al Parador para hacer su guardia anual a su patrón, el Cristo de la Buena Muerte. Desde primeras horas de la tarde, con un sol de justicia se formaron largas colas para presenciar los sucesivos pases que desde las 6 de la tarde se sucedieron en la Parroquia de la Asunción. Abría el primer paso el Alcalde, acompañado de miembros de la Corporación municipal y de la Junta de Gobierno de la Cofradía.

Tras ellos fueron varios miles de personas, turistas y vecinos que año tras año se hacen presentes para acompañar con su silenciosa plegaria esta oración en forma de guardia que los legionarios hace a su protector. El grupo logístico de la Brigada Rey Alfonso XIII II de la Legión un año más se desplazó al Parador para esta tradicional tarde legionaria que un año más se ha hecho presente alentada por el General Martín Cabrero que, a buen seguro, han tenido muy presente a los compañeros que en estas fechas están en diferentes misiones internacionales en el mundo entero, allí donde es necesaria su presencia.

Pasadas las 10 de la noche portaron los legionarios la imagen del Cristo de la Buena Muerte para su traslado a la Casa Hermandad y esperar su salida el próximo Jueves Santo junto a la Virgen de la Amargura en su anual cita con la religiosidad popular.

En contraste, en la populosa barriada de las 200 viviendas, en la Parroquia de San Juan Bautista, a las 21,30 horas hacia su salida la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Expiración, tras hacer el voto de silencio. Tan solo el lejano y sordo vibrar de varios timbales acompañó la sagrada imagen por el barrio y hasta el centro de la Ciudad donde se presentaron ante la imagen de Nuestra Señora del Rosario, Patrona Coronada de Roquetas de Mar para regresar a su templo.

Silencio absoluto en el lento discurrir, con una temperatura que hacía años no se tenía y que hacía salir a la calle a cientos de personas visitantes, vecinos y turistas para contemplar el cortejo y ver a la Virgen de las Lagrimas acompañar a su hijo por nuestras calles en esa postura de adoración permanente, rodeados por un sobrio adorno floral y los hachones de fuego natural que tanta viveza dan a su silencioso paso por las calles y avenidas.

Legión, Buena Muerte, Silencio y Expiración son las cuatro notas dominantes del martes santo en Roquetas de Mar, que ya espera a su nazareno en la noche de mañana en su lento discurrir entre El Puerto de Roquetas y la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, no sin antes tener un recuerdo para los que ya no están con nosotros en la Ermita de la Santa Cruz, semana santa roquetera que se une en comunión con el reste de la cristiandad para meditar los misterios de Cristo en estas fechas.

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