El barrio de Loreto ha perdido hace escasas fechas uno de sus más emblemáticos establecimientos: el mesón Río Pas. Ha sido por problemas con el arrendatario, que en este caso es la Guardia Civil, propietaria de fincas y locales en la calle Juan de la Cosa. Esta contrariedad surgió en 2017 cuando la Benemérita reclamó el desalojo del local al entender que la madre del propietario actual, Rafael Ortiz, y fundadora del negocio, al jubilarse hacía perder a su hijo el derecho a mantener el alquiler.

Ortiz consideraba que tenía derecho adquirido al ser hijo de los propietarios y pleiteó con la Guardia Civil, dándole la razón el Juzgado de Instrucción número 1 de Cádiz. “El juez dijo en primer lugar que ese local debía estar vendido al inquilino hace 20 años”, apunta Ortiz. Luego, la Benemérita recurrió al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que le dio la razón. Ortiz hizo lo propio con el Tribunal Supremo, que también se puso de lado del instituto armado español y definitivamente obligó al desalojo.

Rafael Ortiz destaca que hay más de 30 locales vacíos, de la Guardia Civil, en la calle Juan de la Cosa, enclave del Río Pas hasta hace poco en Loreto. Allí, su padre empezó en 1976 con un almacén llamado La Cabaña y en 1980 montó el mesón. Rafael Ortiz está al frente desde 2011.

Pero Dios aprieta, pero no ahoga. Y a cambio de abandonar Loreto, el negocio hostelero de los Ortiz ha encontrado otro barrio, cercano, que le ha recibido con los brazos abiertos: Puntales. El mesón ha abierto en el local que era Casa Torre, en la plaza San Lorenzo del Puntal. Allí, desde hace escasas fechas, funciona, manteniendo sus especialidades en pescados, el Río Pas, que lleva el nombre de un río cántabro, pues el fundador, como tantos otros que buscaron fortuna en Cádiz, era de la montaña.