Cádiz CF

El Cádiz CF no puede con Las Palmas y certifica el descenso a Segunda División (0-0)

Sobrino remata en posición acrobática dentro del área.

Sobrino remata en posición acrobática dentro del área. / JULIO GONZÁLEZ

El Cádiz CF no fue capaz de hacer los deberes y pasó lo que se venía venir desde hace mucho tiempo. El descenso a Segunda División es una realidad después no pasar del empate (0-0) ante la Unión Deportiva Las Palmas en un partido de nervios que los visitantes supieron manejar mejor.

El conjunto gaditano había vencido a dos adversarios que no se jugaban nada, pero en cuanto se midió a uno que sí tenía que luchar por los puntos se tropezó con la dura realidad. Fiel a su grave carencia de todo el curso, no hizo un solo gol y certificó su regreso a la categoría de plata, a la que vuelve casi cuatro años después del último ascenso.

La pérdida de la categoría es el castigo a una pésima campaña en la que el equipo amarillo se pasó más de media Liga en zona de descenso. En el último encuentro en casa, la afición animó de principio a fin pero el equipo no estuvo a la altura una vez más. Los pitos llegaron ya con el descenso consumado.

Mauricio Pellegrino repitió alineación por tercera vez en una semana, toda una prueba de exigencia física para los actores principales en el momento más importante de la temporada. A la postre, no valió de nada.

El desgaste estaba garantizado porque al Cádiz CF no le quedaba otra que salir a por todas. Con el habitual 4-4-2, desde el pitido inicial aplicó una presión alta en una señal diáfana de sus intenciones.

Pero Las Palmas, ataviada con camiseta roja para evitar la coincidencia de color, no se limitó a ver pasar el tiempo y con su conocida tendencia al juego de toque trató de hacer daño en la labor ofensiva. Eso sí, sin prisa a la hora de poner el balón en movimiento con la idea de poner nervioso a su contrincante a la afición que estuvo cerca de llenar las gradas del Nuevo Mirandilla. Se agotaron las entradas pero había asientos vacíos.

Dos modelos completamente opuestos libraron una intensa batalla sobe el césped. El fútbol directo de los locales frente al insistente toque de los visitantes, que fueron los primeros en rematar aunque sin puntería mediante Kirian en el minuto 11.

No tardaron en salir a flote las carencia en ataque de un Cádiz CF al que le costó desarrollar la faceta creativa. Tardó 19 minutos en avisar con una internada y posterior disparo de Rubén Sobrino con el balón desviado a saque de esquina por un defensor.

Los amarillos se atascaron. Pusieron toda la carne en el asador pero las pasaron canutas para general peligro. En el 25, Gonzalo Escalante mandó al cielo de Cádiz la pelota con un disparo muy lejano.

Los problemas no fueron por falta de efectivos. En instante de juego posicional, Joseba Zaldua y Javi Hernández se convertían en extremos mientras que Sobrino y Robert Navarro actuaban como interiores. Muchos hombres pero sin mirar a portería. Ni un tiro entre los palos de ningún equipo en una media hora inicial de máxima efectividad defensiva. En el 32, Chris Ramos no la enganchó bien frente a la portería y la pelota se perdió por encima del larguero.

Apenas había margen para las ocasiones hasta que a partir del 35 cambió el rumbo. Llegó el primer tiro a puerta que salió de las botas de Loiodice y obligó a Conan Ledesma a estirar su brazo derecho para impedir el gol

Replicó de inmediato Robert Navarro con un derechazo desde la frontal del área y el balón repelido por Alvaro Valles con los puños. Y a renglón seguido, el 1-0 que lo fue durante escasamente un par de minutos hasta la intervención del VAR. Robert Navarro sirvió en profundidad a Zaldua, el lateral centró al primer palo, Chris Ramos ganó la pelota, la tocó a lo justo para evitar que saliese por línea de fondo y cuando se paseaba por la raya de gol Javi Hernández remachó al fondo de la red.

De la celebración sobre el césped y en la grada se pasó a la frustración cuando Soto Grado invalidó el tanto por fuera de juego de Zaldua tras ser avisado desde el VAR.

Con todo lo que había costado marcar, el gol no subió el marcador aunque antes del descanso volvieron a conectar Navarro y Zaldua y el centro lo remató Sobrino fuera por poco.

Extrañó que el colegiado solo diese un minuto de tiempo extra en la primera parte después de las continuas pérdidas de tiempo de los canarios. Un error que exasperó a los futbolistas y a la hinchada cadista.

El Cádiz CF estaba contra las cuerdas. Disponía de la segunda mitad para evitar un descenso cada vez más difícil de evitar.

Los visitantes salieron mucho más entonados en la reanudación ante un Cádiz CF sin saber muy bien como responder. La única vía de escape era atacar y marcar. O eso o a Segunda. Los nervios afloraron en el verde y en la grada mientras Moleiro, en el 52, avisó con un tiro suave y colocado que se marchó cerca de un poste.

Los amarillos estaban desnortados y Pellegrino reaccionó con la entrada de Juanmi y Sergi Guardiola con 35 minutos por delante. Lo peor que podía pasar era caer en los brazos de la precipitación y eso sucedió con el avance del tiempo mientras los rojillos buscaban un gol definitivo. Pusieron centros peligrosos que levaron el susto al graderío.

El 0-1 pareció por momentos más cerca que el 1-0. Absolutamente atenazados, los anfitriones sufrieron de lo lindo para dar más de dos pases seguidos. Eran incapaces de crear oportunidades y cuando las tenían, no había manera de poner el balón dentro de la portería. En el 63, Chris Ramos envió alto el cuero tras un centro de Zaldua.

Las prisas de los locales contrastaron con la ralentización del juego de los visitantes. Las pérdidas de tiempo fueron constantes con la permisibilidad del árbitro.

El Cádiz CF no daba una a derechas. Robert Navarro, su factor desequilibrante, había desaparecido y la siguiente apuesta del entrenador fue Brian Ocampo. Para él fue el balón una y otra vez. Estaba fresco fue casi el último asidero al que se agarraron los de casa. En el 72, Chris Ramos tuvo cerca el gol con un testarazo con el que envió la pelota próxima al larguero.

El partido llegó a la recta final con el marcador inalterado y el Cádiz CF con un jugador menos el último cuarto de hora por la justa expulsión de Víctor Chust en el 75 tras una durísima entrada sobre Cardona.

Pese a estar con diez futbolistas, los locales pelearon hasta la extenuación con más corazón que cabeza, sin tener muchas opciones de gol. Los últimos minutos fueron un querer y no poder, con Iza Carcelén y Maxi Gómez como las últimas cartas desde el banquillo.

Creó pocas ocasiones el cuadro gaditano, pero alguna muy clara, como el tiro de Rubén Alcaraz que acabó entre los brazos de Álvaro Valles después de que el balón rebotase en un defensa. Los locales buscaron el gol a la desesperada sin éxito.

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