La vida de las hermandades rocieras no se ciñe solo a la celebración de la Romería del Rocío o a la peregrinación extraordinaria, eventos en los que las filiales acuden hasta la aldea almonteña para encontrarse frente a frente con la patrona de Almonte, sino que tiene continuidad y se basa en un amplio programa de actividades que se desarrolla durante todo el año, si bien el nexo común en todas ellas es el fervor y la devoción a la Virgen del Rocío.

Prueba de ello, es una reciente actividad que ha llevado a cabo la Hermandad del Rocío de Sevilla y que ha estado dirigida al denominado Grupo Platino de la filial rociera. Los hermanos de esta corporación e integrantes de este grupo pudieron disfrutar el pasado 20 de marzo de una jornada de convivencia.

El lugar elegido por la Hermandad del Rocío de Sevilla para desarrollar esta actividad no fue otro que el “marco incomparable de las marismas de Almonte y el Parque Nacional de Doñana”, tal y como lo definió la propia filial rociera hispalense.

El nutrido grupo de hermanos que formó parte de esta jornada de convivencia se adentró en el Parque de Doñana tras la llegada a la aldea del Rocío. Para ello viajaron en autobuses todoterreno en los que, acompañados de guías especializados, “recibieron una detallada explicación a cerca de la fauna y vegetación de este inigualable parque”, en lo que fue “otra visión de la aldea del Rocío y sus alrededores”, según detalla la crónica que ha realizado la corporación rociera de esta jornada de convivencia.

“Acabada esta visita, como no podía ser de otra forma, fue el momento de visitar la ermita para postrarse ante los pies de la Blanca Paloma y rezarle y cantarle nuestra Salve. Tras el almuerzo, el grupo se dispuso a regresar a Sevilla con la satisfacción de haber disfrutado de otro día de convivencia y llenos de la alegría por la visita a nuestra bendita Madre”, ha resumido la Hermandad del Rocío de Sevilla.

Con el recuerdo en la retina de esta reciente visita, los hermanos de la filial rociera afrontan ya la cuenta atrás para volver a visitar la aldea almonteña, en esta ocasión con motivo de la celebración de la Romería del Rocío.