Gastronomía

Del Oeste al postre, FECOAN cierra su octavo congreso en Tabernas

Con un brindis se cerró el congreso gastronómico. Con un brindis se cerró el congreso gastronómico.

Con un brindis se cerró el congreso gastronómico. / Marian León

Escrito por

· Carlos Javier Lillo

Redactor de Finanzas y Provincia

Con todos sus objetivos cumplidos acabó este domingo el octavo congreso de FECOAN, el segundo de la historia organizado en la provincia. El restaurante ‘Las Eras’, regentado por el chef Antonio Gázquez, fue el encargado de ejercer de anfitrión de la jornada de clausura, momento que sirvió para seguir poniendo en valor el tomate de Caparrós y trazar un balance sobre las tres intensas jornadas gastronómicas vividas en la provincia.

Antonio Gázquez cocinó y emocionó. Antonio Gázquez cocinó y emocionó.

Antonio Gázquez cocinó y emocionó. / Marian León

Hoy no hay protocolo, que cada uno haga lo que quiera”, invitó Gázquez antes de arrancar el servicio. Aprovechó la oportunidad para homenajear a su mujer Juani, parte esencial del negocio, quien aporta el toque de color a cada uno de los platos. “Estoy encantadísima de que estén en nuestra casa”, respondió ella, no sin tímidez. Arrancó el menú con los entrantes, donde los tomates ‘Maravilla’ y ‘Lobello’ se fueron turnando para deleitar todos los paladares. Un pan de cristal con tomate ‘La Gergaleña’ fue lo primero que se vio en las mesas que se iban llenando poco antes de las dos de la tarde. El jamón de Hijate fue el que continuó, mientras el público iba pidiendo cada vez más. Coronó la ensalada del desierto con Tomate Maravilla y Lobello y siguió con maestría la tempura de gamba sobre tomate de quinta gama con orégano antes de dar paso a la estrella, la fritadilla de tomate con setas y trufa sobre una tosta de pan de cristal frito y solomillo de cerdo ibérico y una demi-glace con pimienta verde. Acompañó una patata de ojo perdiz a lo pobre. Cerró el tocino de cielo con nata y milhojas de hojaldre con nata.

José Díaz, alcalde de Tabernas. José Díaz, alcalde de Tabernas.

José Díaz, alcalde de Tabernas. / Marian León

En el transcurso de la comida fue nombrado Cofrade de Honor de FECOAN el alcalde de Tabernas, José Díaz. “Con las cofradías conserváis el principal patrimonio del pueblo andaluz, la gastronomía”, destacó el primer edil. “Hemos hablado de la importancia del tomate y de su excelencia gastronómica”, concluyó Pepe Oneto, presidente de FECOAN.

Una mañana en el Fort Bravo

El Sheriff del condado tiene ahora WhatsApp, aunque el número no se puede revelar por protección de datos. Es una de las conclusiones que se puede extraer del paso de los representantes de FECOAN por el poblado de Fort Bravo, que recibió en la mañana de este domingo a un nutrido grupo de expertos gastronómicos venidos de todos los puntos de la comunidad.

“¿Qué tal has descansado?” fue una de las preguntas que más se repitió en el Salón del poblado. Caras descansadas pese a que la cena ofrecida en la casa de Tony García se alargó hasta tarde. La familia de cofrades andaluces conoció un poco más sobre la historia y la cultura de los anfitriones, la Cofradía Gastronómica del Tomate de Almería.

Hubo tiros en el Fort Bravo. Hubo tiros en el Fort Bravo.

Hubo tiros en el Fort Bravo. / Marian León

Cerca del mediodía estaban ya repletas las sillas y todos se aferraban a los balcones de las plantas superiores para no perder detalle. Y, de repente, el silencio, la música y los tiros. Cerca estuvo más de uno de quedar infartado con el sonido de las armas, que provocó un estruendo en la sala. Evitará esta crónica hacer spoiler de lo que allí ocurriera, pues más de un lector deseará disfrutar del can-can en primera persona, pero solo cabe decir que uno de los representantes de la cofradía andaluza, Antonio, fue protagonista involuntario. Su pecado, sentarse en primera fila.

Disfrutaron y aplaudieron. Hubo quien no perdió detalle a través de su cámara móvil. Eran receptores de las imágenes los familiares y amigos, que se convirtieron desde la lejanía en un espectador más. Los actores supieron jugar con los participantes, que estuvieron en el centro de una divertida obra en la que no faltaron las referencias a los elementos del presente, fusionando así dos mundos radicalmente diferentes con la comedia como nexo de unión. No se habló, mal ahí, de tomates.

A la salida de la representación, que se prolongó durante unos tres cuartos de hora, fueron un nutrido grupo de andaluces los que quisieron un recuerdo del parque. Los caballos miraban a lo lejos y más de uno deseaba, aunque no se cumplió, subirse en uno de los carruajes, sostenidos por algunos de los trabajadores del espacio, clave para difundir la larga historia del séptimo arte en la zona con películas que fueron referentes en el género del western, muy seguido en el Siglo XX.

Solo hubo un pequeño percance. Uno de los intérpretes osó en confundir a una de las asistentes, ubicada para desdicha suya muy cerca de la puerta, con uno de los forajidos. Acabó cómicamente expulsada, aunque regresó poco después al salón por su poco pie. Será un secreto quien fue.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios