Granada tiene un problema serio con la ciberdelincuencia y concretamente con las estafas informáticas. El pasado año, las fuerzas de seguridad de la provincia registraron un total de 9.047 infracciones de este tipo, lo que supone 25 cada día. Pero más reseñable aún es el hecho de que, según se desprende del último balance anual de criminalidad de Ministerio del Interior, esta cifra supone un crecimiento del 92,5% en términos interanuales, la cifra más alta de Andalucía y la segunda a nivel nacional, solo por detrás de Guadalajara (95,7%). 

Este aumento no es nada nuevo, los sucesivos informes de Interior ya venían alertando de que la cibercriminalidad estaba en alza en la provincia. Así, a finales de año, el Ministerio hizo públicos los datos de los primeros nueve meses de 2023 (enero-septiembre), donde quedaba bien claro que las ciberestafas habían aumentado un 83% respecto al mismo periodo de 2022, mientras que la criminalidad tradicional apenas había subido un 0,5%.

Con el nuevo balance actualizado, la situación apenas ha cambiado, pues la criminalidad convencional ha bajado un 0,4 en un año, frente al 84% que ha aumentado la cibercriminalidad (las estafas informáticas y el grupo "otros ciberdelitos" según la calificación de Interior) para el mismo periodo. En general, los datos de Interior muestran un aumento cercano al 12% en las infracciones penales de la provincia, un crecimiento frenado sin duda por la caída de la criminalidad convencional, pero potenciado por la nueva modalidad delictiva que suponen las estafas cibernéticas. 

Puestos en el contexto andaluz, el crecimiento granadino queda aún más en evidencia, pues Huelva es la segunda provincia que más ha visto crecer este tipo de delitos con un 71,5%, con 2.883 estafas. Eso sí, el análisis andaluz permite también sacar otras conclusiones interesantes, pues si bien Granada es la provincia donde más han subido las estafas informáticas, hay otras en las que sus vecinos sufren más las consecuencias, como es el caso de Sevilla, donde se contabilizaron 17.063 estafas durante todo el año (46 diarias) o Málaga, con 16.334; algo, por otra parte, entendible, dado el volumen poblacional de cada una de estas provincias. 

Ya en un plano más local, la capital es la que más ha visto crecer el número de estafas informáticas, concretamente un 120,6%, con un total de 2.680 (siete diarias) según los datos recabados por Interior, lo que a la vez supone casi el 30% de todas las ciberestafas que se han contabilizado en la provincia de enero a diciembre de 2023. A la ciudad de la Alhambra le sigue, muy de cerca, Baza, con un aumento del 116,7% en un año, llegando a alcanzar las 182; en tercera posición está Atarfe, que con casi las mismas cifras totales (185) ofrece sin embargo un porcentaje inferior (+105%).

La capital es, además, la que más ha visto crecer el número de estafas informáticas en comparación al resto de capitales de provincia andaluzas. De hecho, el segundo lugar lo ocupa Málaga, con un crecimiento del 86,3%, aunque de nuevo son más las estafas en la capital de la Costa del Sol en términos absolutos (5.789). En tercer lugar, en cuanto a crecimiento, está Huelva, con una subida interanual del 81,8% (1.245). 

Baja el número de violaciones

Por contraste, el balance anual de Interior muestra cómo, a lo largo de 2023, las fuerzas de seguridad contabilizaron 47 agresiones sexuales con penetración en la provincia de Granada frente a las 59 del año previo, lo que supone una caída del 20,3%, rompiendo así la tendencia al alza que se da en Andalucía para este tipo de delitos, una ruptura que se produce, aunque en menor medida, también en Cádiz (-2,8%).

Salvo los datos de la tacita de plata, las cifras de Granada contrastan, y mucho, con el de otras provincias. Así, el mismo balance muestra cómo en Jaén las agresiones sexuales con penetración han subido un 42,3% en términos interanuales, donde más en Andalucía, aunque en términos absolutos fueron 37 en 2023. En un segundo escalón está Córdoba, donde este delito creció un 33,3%, a poca distancia de Almería (32,8%). A nivel general, Andalucía registró una subida del 17,8% en este tipo de agresiones, pasando de las 512 de 2022 a las 603 registradas el pasado año por las fuerzas de seguridad. 

Por su parte, los datos nacionales que ofrece Interior también muestran que Granada es, por desgracia, casi una excepción. Las cifras de la provincia están entre las más bajas de España, solo superada por Castellón (-24,5%), Zamora (-40%), Palencia (-50%) y Cuenca (-58,8%), muy diferente a la situación que se da en Teruel o Valladolid, donde las violaciones han subido un 150% y un 237,5% respectivamente en términos interanuales.

Volviendo a Granada, el balance de Interior muestra también los datos de criminalidad en ciertos municipios de la provincia (aquellos que superan los 20.000 habitantes). De esta forma, se puede comprobar cómo las violaciones han caído en casi toda Granada, aunque existen excepciones como en Maracena, donde en 2022 no se registró ningún delito de este tipo pero el pasado año fueron dos, mientras que en Las Gabias, para el mismo periodo, se duplicaron las agresiones con penetración; en el caso de la capital, este delito cayó casi un 40%, pasando de 23 a 14 en doce meses. 

De nuevo, esta situación no es nueva. Ya en el primer trimestre del año, Granada ofrecía una caída de prácticamente el 39% en comparación al mismo periodo de 2022, siguiendo de paso la tendencia marcada en el balance de dicho año, donde registró una caída del 14% en términos interanuales, aunque al mismo tiempo supusieron un repunte del 19,4% si se compara con las cifras previas al inicio de la pandemia.