El hombre de 72 años que permanecía atrincherado con un arma de fuego desde la noche de este domingo en una vivienda de Huétor Tájar junto a sus dos nietos, de 9 y 14 años, ha matado a ambos y se ha suicidado, según apunta la investigación abierta. Han sido los agentes de la Guardia Civil los que, al entrar en la vivienda este lunes por la mañana, han encontrado los tres cuerpos sin vida. La tragedia de esta familia comenzó hace dos meses, en un accidente de tráfico donde murieron la hija y la mujer (madre y abuela de los niños respectivamente) cuando el supuesto parricida iba al volante. Los menores también viajaban juntos pero pudieron salvar la vida. El abuelo estaba recibiendo atención especializada por los problemas de salud mental que arrastraba desde el accidente, del que se sentía "culpable", según ha indicado el alcalde de Huétor Tájar, Fernando Delgado, que ha añadido que nadie pudo pensar que la situación familiar pudiera llegar "a este extremo".  

Según confirmaron fuentes de la Guardia Civil a este periódico, la teoría con la que se trabaja es que él se habría quitado la vida horas después de matar a los niños, aunque se está a la espera de conocer los resultados definitivos que arroje la autopsia para poder precisar más las horas. Por su parte, el delegado del Gobierno, Pedro Fernández, ha explicado, en respuestas a los medios, que el abuelo se quitó la vida cuando los agentes entraron a la vivienda, lo cual tuvo lugar sobre las 8:20 horas del lunes, cuando los agentes que se encontraban a las puertas de la casa vieron que no había movimiento. Fernández también ha explicado que los cuerpos de los menores fueron localizados en habitaciones distintas y que uno de ellos presentaba heridas de arma de fuego mientras que el otro no presentaba signos. 

Según indican fuentes de la investigación, la esposa y la hija del presunto homicida fallecieron el pasado mes de marzo en un accidente de tráfico en Loja como consecuencia de la colisión contra un muro en un vehículo que era conducido por el hombre de 72 años y en el que también viajaban sus nietos, que resultaron heridos, aunque el delegado ha precisado que esto "no es determinante para la investigación de estos hechos".

De acuerdo a los datos conocidos en aquel momento, la causa del accidente se debería a un desmayo del conductor, el abuelo, lo que explicaría su sufrimiento posterior. Fruto de aquel accidente fallecieron la hija (única del matrimonio) y abuela, mientras que los dos nietos sufrieron también daños, pero lograron salvar la vida.

Para Fernando Delgado, alcalde del municipio, el abuelo "no estaba muy bien" tras este accidente, de hecho algunos vecinos apuntan a que necesitó ayuda psicológica tras lo ocurrido, pero asegura que nadie en Huétor Tajar pensaba "que iba a hacer lo que ha hecho", que ha supuesto un "desastre" y una "tragedia" para este pueblo del Poniente.

Varios vecinos, consternados, en el lugar de los hechos.

Como ejemplo del apego del abuelo con sus nietos, Delgado ha explicado, en declaraciones recogidas por Efe, que este pasado viernes el mayor de los dos menores participó en una carrera organizada por el instituto por las fiestas en honor a San Isidro. El niño, en silla de ruedas por las secuelas que aún tenía del accidente, participó en la carrera empujado por sus compañeros de instituto y seguido de cerca en bicicleta por su abuelo.

"Eran familias normales, humildes, trabajadores, buenos vecinos", ha resumido el alcalde, que ha apuntado que el padre de los dos menores, un administrativo que trabaja en el instituto del municipio en el que estudiaba el mayor de sus hijos, permanece sedado y bajo vigilancia sanitaria. "Nadie esperaba que este abuelo hiciese lo que ha hecho", ha añadido Delgado, que ha interpretado que algo le ha pasado al septuagenario para hacer algo tan terrible.

Negociaciones desde el domingo

Según ha relatado Fernández, todo comenzó la tarde de ayer domingo en el domicilio del hombre atrincherado, cuando los vecinos observaron una discusión de éste con su yerno y padre de los menores, que también se hallaban en la vivienda. El hombre exhibió un arma y su yerno abandonó el domicilio, y los vecinos, que escucharon "la situación de conflicto" entre ambos, alertaron sobre las 21:45 horas al 112, que avisó a la Guardia Civil.

Hasta allí se desplazaron los agentes acompañados de un mediador que estuvo en contacto con el abuelo "de manera casi permanente a modo de negociar la solución al conflicto", según el delegado, que ha precisado que el hombre portó en todo momento una escopeta de caza con la que llegó a hacer dos disparos al aire desde la ventana cuando llegaron los guardias civiles para advertir de que estaba armado. La Guardia Civil activó el protocolo y hasta allí se desplazó la Unidad Especial de Intervención junto a otro negociador que tomó el relevo del anterior y que estuvo negociando "pacíficamente".

La negociación se mantuvo hasta las cinco de la madrugada, cuando el abuelo anunció que iban a dejar de hablar porque pronto tendría que preparar a los dos niños para ir al colegio. En ese momento, "se confía plenamente" en las palabras del anciano y se espera a que los nietos salgan pero al llegar las ocho de la mañana y no producirse este hecho, los agentes se preparan para entrar.

Tres días de luto 

El Ayuntamiento de Huétor Tajar ha decretado tres días de luto después de que un hombre, de 72 años, haya acabado con la vida de sus dos nietos en dicha localidad. Al mismo tiempo, el Consistorio ha anunciado la suspensión de la feria de mayo en honor a San Isidro, patrón de la localidad, que terminaban hoy. 

A través de un mensaje en sus redes sociales, el Ayuntamiento ha mostrado su pesar tras lo ocurrido y "y ha ofrecido todo su apoyo y condolencias a los familiares de los afectados.