Semana Santa

¿Qué hacen las hermandades en caso de lluvia?

Unos penitentes tratan de refugiarse este Lunes Santo de la lluvia caída en Córdoba. Unos penitentes tratan de refugiarse este Lunes Santo de la lluvia caída en Córdoba.

Unos penitentes tratan de refugiarse este Lunes Santo de la lluvia caída en Córdoba. / Efe

Escrito por

· Pablo Laynez

Redactor

Domingo de Ramos lluvioso, Lunes Santo incierto y el Martes Santo se presenta amenazante y con mucho viento. La primavera ha comenzado en Almería como se espera, de pronóstico incierto y mucho cambio. El eterno anticiclón almeriense quedó atrás, a las puertas de la Semana Santa, con calima en el ambiente, y una borrasca (indeseada para los cofrades, pero necesaria en los pantanos) está poniendo en jaque a las hermandades almerienses. 

¿Y cómo actúan ante las inclemencias meteorológicas? Es el momento más difícil, donde se gestionan en segundos los sentimientos de cientos de cofrades con la responsabilidad del gran valor patrimonial que las hermandades ponen en las calles.

Nada se deja al azar, todo está milimétricamente preparado para tener capacidad de respuesta en el caso de que la lluvia sorprenda al cortejo procesional en mitad de su estación de penitencia. Desde semanas antes, el consejo de Gobierno de cada hermandad se estudia las previsiones meteorológicas y está en contacto con profesionales en la materia para ver la evolución, minuto a minuto, de las nubes.

Rosario del Mar, por ejemplo, tiene un Cabildo del Agua para estudiar todas las variables. “Llevamos una semana mirando el tiempo, nos reunimos cada día y vamos pidiendo información al Puerto de Almería”, explica María Luisa Muñoz Del Pozo Segovia, hermana mayor, que ya en 2022 vivió un capítulo de lluvias: “Fue una tarde complicada. Hablamos con el Puerto (Pasión lo hizo ayer con el Aeropuerto de Málaga) y literalmente nos dijeron que iban a ser cuatro gotas. Confiamos en sus previsiones y así fue, chispeó un poco pero rápidamente se cortó”, recuerda la almeriense aquella tarde en la que, por ejemplo, Angustias se volvió a la Cía de María para encerrarse cuando las nubes comenzaron a soltar agua.

Llanto de una mantilla almeriense en Los Ángeles. Llanto de una mantilla almeriense en Los Ángeles.

Llanto de una mantilla almeriense en Los Ángeles. / Javier Alonso

Angustias tuvo la suerte de estar cerca de su punto del patio del colegio del que sale, pero lo normal es que las nubes te sorprendan alejados de tu barrio. En ese caso, Agrupación y hermandad se ponen a trabajar a destajo, con la cabeza fría, consciente de que cualquier minuto es de oro, como la mayoría de enseres de las hermandades. Así le ocurrió el Domingo de Ramos a Estrella y Los Ángeles. Y la hermandad del Amor, con su hermana mayor a la cabeza, les ofreció San Sebastián para refugiarse.

“Agrupación y hermandades trabajan de la mano para que se permita acceder a la iglesia más cercana. La Agrupación solicita los contactos de la ayuda externa (los que van por fuera) y tiene designado a cada hermandad un miembro o un hermano mayor de otra, para que la comunicación y la actuación sea lo más ágil posible. Además, también están en contacto con la Policía Local por si hay que cambiar de recorrido o retirar algún cable, algún coche... Es un trabajo de mucha gente. Si se prevén lluvias, normalmente se dejan avisado a los templos que haya por el camino por si hay que resguardarse rápidamente”, explica Lola Fernández, que hoy mirará al cielo desde que salga el sol para ver si el Cristo del Amor y la Virgen del Primer Dolor pueden estar junto a su pueblo en la tarde de este martes.

Ésta es la otra cara de la Semana Santa, donde la fe debe de guiar cada uno de los pasos a tomar puesto que hay mucho en juego. Lluvia y lágrimas van de la mano, pero si llueve, es que Dios quiere que así sea.

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