La agricultura almeriense tiene multitud de personajes, anónimos, que la hacen aún si cabe más grande. Más importante. Y es que no es descabellado asegurar que, pese a un turismo cada vez más pujante, el sector agro es el principal motor económico de la provincia y a cuyo carro se está subiendo cada vez más almerienses, como antaño, desde el estrepitoso fracaso del ladrillo.

Victoriano Rodríguez es uno de esos personajes que, aunque desconocidos, son protagonistas en el presente y también lo será en el futuro del campo. Rodríguez es profesor en el Centro de Formación Profesional 'Escuela Agraria Vícar', que comenzó su andadura docente en este curso 2014-2015, y después de 33 años en EFA Campomar en Aguadulce. Cientos de alumnos han tenido la suerte de disfrutar de sus lecciones y aprender de Victoriano las mejores técnicas de gestión para los cultivos, las que el mismo ha aprendido durante su extensa formación de años y la que siempre ha ido reciclando debido a su gran vocación y amor a esta profesión, que le ha llevado a estar siempre a la vanguardia y en permanente contacto con las empresas del sector para ofrecer siempre a sus alumnos la realidad del sector de primera mano.

Nacido en Guadix hace 58 años, Rodríguez llegó junto a su familia a Almería porque su padre comenzó a trabajar como encargado en la finca Salvador Hernández Mellado, dedicado a la uva de parral en Alhama. "Recuerdo por aquel entonces que yo, que solo tenía ocho años, le decía a mis padres que cómo se atrevían a ir a Almería, ¡que están cayendo bombas", en alusión al incidente sucedido en Palomares y la caída de las armas nucleares caídas en el litoral de este municipio en 1966. Es el cuarto de ocho hermanos y, de ellos, cinco están hoy día vinculados a la agricultura, pero solo él desde la rama de la docencia, aunque también tiene su propia finca en la que cultiva, tal y como lo hizo su padre. Sintió su vocación por la enseñanza desde niño. "Siempre me ha gustado darme a las personas y hacer lo posible por ayudarlas. Es más, hoy día, en el poco tiempo que me queda libre participo en todo lo que puedo con asociaciones sin ánimo de lucro Almería acoge o Cruz Roja".

Con solo 19 años comenzó su andadura como profesor y fue en EFA El Soto en Chauchina, Granada. De ahí al servicio militar, para proseguir en la EFA El Campico de Alicante. En 1981 llegó a Almería, donde echó raíces. "Estoy contento con mi profesión. Con lo que he hecho y con lo que me queda por hacer. Tengo mucha ilusión y muchos proyectos".