El Ministerio Fiscal y la defensa acordaron ayer una pena de 26 años y medio para los 13 miembros de una red internacional de narcotráfico que trató de introducir al menos diez toneladas de hachís a través de la costa y con la que cooperaban, presuntamente, un sargento de la Guardia Civil del acuartelamiento de Roquetas de Mar y dos agentes que estaban de baja en el periodo de actuación de la banda.

Durante la vista celebrada ayer en la Audiencia Provincial, el fiscal rebajó de seis a dos años y tres meses la petición de carcel para los dos hermanos cabecillas de la trama, que reconocieron la autoría de los hechos imputados y para los que el Ministerio pidió también multa de 2.040.000 euros. Los hechos juzgados se remontan al periodo comprendido entre febrero y octubre de 2001.

Los miembros de la banda contactaron con el marroquí H. M. M., que participaba en el suministro de la droga y organizaba el embarque de la misma en la costa de su país. En Almería, los cabecillas contactaron con los procesados, vecinos de Poniente que participaban en la organización de transporte de hachís. Además tomaron parte de la trama dos ciudadanos gallegos y los hechos se desarrollaron también en diversos lugares como Motril (Granada) o Melilla. El primer pase de hachís del que se tiene constancia ocurrió precisamente en aguas granadinas, siendo rescatados por Salvamento Marítimo.