Tras un año y medio de obras, paralizaciones y desprendimientos varios provocados por las lluvias de los dos últimos inviernos, la carretera que une Adra y Berja con la Alpujarra Almeriense volvió ayer a reabrirse al tráfico de forma definitiva.

El delegado de Obras Públicas y Vivienda de la Junta, José Manuel Ortiz, visitó ayer las obras que se han llevado a cabo en parte del trazado de esta vía que ha estado cerrada parcialmente hasta que se ha podido garantizar la seguridad vial en la misma, para posteriormente proceder a su apertura a las 12:00 horas.

En concreto, los daños que obligaron a cerrar al tráfico este vial se produjeron en los puntos kilométricos del 1 al 8, en los que se ha concentrado el grueso de la actuación. Tanto los técnicos de la Consejería de Obras Públicas, como los de la Agencia de Obra Pública de Andalucía y los de la empresa adjudicataria desaconsejaron en todo momento que se permitiera el paso de tráfico rodado por esta vía hasta concluir los trabajos. Por eso, se habilitó un desvío señalizado por la carretera Al-5300, por Río Chico.

La obra se adjudicó a la empresa UC10 en un presupuesto de 1.961.745. Se iniciaron en agosto del 2010 y estaban casi concluidos en el mes de diciembre del pasado año, cuando nuevos desprendimientos obligaron a replantear los trabajos con un proyecto adicional que cubriera los nuevos desperfectos, que ha supuesto una inversión de 179.367 euros más.

El delegado de Obras Públicas ha querido agradecer a los usuarios de esta vía la "paciencia que han tenido para soportar esta actuación que además de ser costosa, ha requerido de bastante tiempo, ya que los trabajos recogidos en esta actuación han sido minuciosos" y ha insistido, en este sentido, en que "lo importante para la Consejería de Obras Públicas era no abrir la carretera hasta que no quedase en perfectas condiciones y estuviese completamente garantizada la seguridad vial".