Almería

Ambigú, local que fusiona cultura, arte, restauración y un modo de vida

  • Este café-bar musical es un referente en el sector · Oferta a sus clientes alternativas diferentes como música en directo, un rincón de lectura, nuevas tecnologías, así como de los más originales aperitivos

Imaginarnos un lugar en el que además de tomar un exquisito café, podamos leer los mejores clásicos o las últimas novedades literarias mientras degustamos un buen aperitivo. Un local en el que además podamos conectarnos a Internet mientras una excelente música suena desde un piano. Un local de esos que una vez entras encuentras una oferta tan amplia, que se convierte en un espacio de encuentro imprescindible al que te encanta ir, solo o en compañía. Imaginarnos ese tipo de local nos hace trasportarnos a otros puntos geográficos, y fuera del país. Parece el típico Lounge Café que aparece en las series y películas americanas. Pero nada más lejos de la realidad. En El Ejido existe un local que combina, diversión, descanso, desconexión, modernidad y clasicismo, donde uno puede sentarse a beber algo, conversar y escuchar música suave o incluso conciertos en directo, leer y disfrutar de las Nuevas Tecnologías así como de los más originales y exquisitos aperitivos. Sí, existe, y se encuentra en el eje central del municipio, la Plaza Mayor. Se trata de Ambigú Lounge Café.

Aunque este establecimiento lleva abierto en torno a ocho años, siempre ha estado más enfocado como pub, hasta que desde hace dos años y medio, tomara las riendas de su gestión una nueva sociedad. "Desde entonces hemos intentado darle un giro de 180 grados. Ahora es un café bar musical, pero no al uso, es decir, ofrecemos alternativas diferentes a nuestros clientes", apuntaba Gerardo Palmero, gerente de Ambigú Lounge Café. En sus 180 metros cuadrados, a los que hay que sumar los cien metros de terraza, combina en su estética desde "una línea muy funcional, por un lado moderna, pero conjugado con pequeños rincones que permiten un poco desconectar de la rutina diaria, pero también tenemos presentes las costumbres y usos de nuestras generaciones antepasadas a través de enseres que tenemos en exposición, y que hacen que el local sea más llamativo y atractivo", sostenía.

Entre esas pequeñas alternativas se encuentra "nuestro pequeño rincón de la lectura, que permite al cliente conocer las últimas novedades literarias o disfrutar de los grandes clásicos. Además, de forma regular se organizan distintos conciertos, para los que ponemos a disposición de los grupos locales nuestro escenario y que los clientes disfruten de distintos estilos musicales. Pero, además de la música en vivo nos apetecía crear un espacio diferente en el que los clientes pudieran disfrutar de una velada de piano. Nuestra pretensión no era solo ofrecer el producto sino que Ambigú fuera un lugar de encuentro social", apostillaba. Del mismo modo, no dudaron un instante que debían ir a la par de las demandas de la sociedad, en lo que a Nuevas Tecnologías se refiere. De ahí que dispongan de red wifi para sus usuarios a fin de que "nuestros clientes puedan estar aquí trabajando mientras toman algo o simplemente en reunión social con sus amigos", señalaba Palmero.

Ambigú Lounge Café se ha convertido en un referente dentro de la restauración, y de hecho, no hay referencias de otro local en todo el municipio con estas características y que oferte a sus clientes tanta diversidad de opciones. De ahí que desde su apertura a las siete de la mañana y hasta su cierre a la una de la madrugada, los días de diario, horario que se amplía en fin de semana, la clientela que se acerca a Ambigú sea muy diversa. "No tenemos un segmento de público concreto, es más, abarcamos cualquier estrato en ese sentido", señalaba. Algo a lo que contribuye el buen trato, el respeto y la sonrisa con la que los nueve trabajadores de Ambigú sirven a sus clientes, creando un ambiente de familiaridad. Además, en este local se han hecho presentaciones de libros de autores ejidenses, se han llevado a cabo celebraciones de todo tipo e incluso, anoche, su escenario se ponía a disposición de una comparsa y una chirigota de la zona para que expresaran a través del carnaval parte de la cultura ejidense.

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