Almería

Asempal los califica de "insuficientes, ni en el peor escenario"

  • Recuerda que nunca se había bajado de los tres dígitos en los últimos 16 años, desde el euros

El presidente de Asempal expresó ayer su descontento con los presupuestos.

El presidente de Asempal expresó ayer su descontento con los presupuestos. / r. gonzález

En una valoración urgente del avance de los Presupuestos Generales del Estado para 2017 presentados en la mañana de ayer en el Congreso de los Diputados, y que supondrán poco más de 40 millones de euros de inversión para la provincia de Almería, el presidente de la Confederación Empresarial de la Provincia de Almería (Asempal), José Cano García, lo calificó de "muy decepcionantes", expresando su malestar por el desplome de la previsión de inversiones públicas del Gobierno Central en Almería, tal y como anunció la patronal a través de un comunicado.

"Son insuficientes. Ni en el peor de los escenarios, nos imaginábamos esta situación para Almería", destacó el presidente de la confederación empresarial, ya que se trata de la cifra más baja de inversiones en la historia de esta provincia, si se toma la serie histórica de datos, recopilada por Asempal, desde la entrada del euro en 2002.

Con esta tabla elaborada por la confederación de empresarios almerienses se observa que en esta historia reciente, en los últimos 16 años, las inversiones del Gobierno central nunca habían descendido por debajo de los tres dígitos. Si el año pasado, los poco más de 200 millones de euros ya escandalizaron a propios y extraños, con el tejido empresarial almeriense como uno de los más críticos, la cifra anunciada para 2017 resulta ya un escándalo y roza el disparate.

Una de las quejas de los empresarios el año pasado, con los 204 millones de euros de inversión prevista para la provincia de Almería se centraba en la escasa licitación de obra pública aparejada a unos presupuestos tan pobres. Este año, cuando la cifra es cinco veces inferior, la licitación de obra pública prevista será aún mucho menor, con lo que la lluvia de críticas por parte de los empresarios que dependen directa o indirectamente de la construcción pública no se hará esperar.

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