Almería

Crecen los positivos por drogas al volante

  • Los conductores 'cazados' en las campañas especiales de la provincia pasan del 45 al 65% de los que se someten a pruebas preventivas y en alcohol la prevalencia sube a un 2%

Déficit de coordinación, deterioro de la atención, incremento del tiempo de reacción, agresividad al volante, hiperactividad, velocidad excesiva... los graves efectos que la ingesta de drogas suponen para la conducción preocupan cada vez más porque la cifra de conductores que ha consumido alguna de las sustancias ilegales antes de coger el coche no ha dejado de crecer en los últimos años. Tres de cada diez conductores españoles sometidos a un control preventivo han dado positivo en drogas como cocaína, cannabis, éxtasis u opiáceos en los últimos cuatro años, cifra muy por encima del 1,6% en los consumos de alcohol al volante. Lo revela en un reciente informe la Fundación Línea Directa en base a las más de 25 millones de pruebas realizadas en las carreteras de nuestro país y a miles de análisis post mortem del Instituto Nacional de Toxicología Ciencias Forenses a conductores y peatones fallecidos en siniestros. Bajo el nombre La influencia de las drogas en los accidentes de tráfico 2012-2015 el estudio constata que en términos comparables uno de cada diez conductores se ponen al volante con presencia de drogas en su cuerpo. Además, la cifra de muertos que ha dado positivo ha crecido un 7% frente al descenso que por el contrario experimentan los fallecidos que habían bebido alcohol antes de subir al coche. Las drogas al volante se convierten en sinónimo de muerte y hay claros ejemplos de lo perjudicial que ese binomio puede resultar para la conducción. Pruebas en circuitos cerrados ponen de manifiesto el aumento exponencial del riesgo de accidentabilidad. El que ha consumido cocaína necesita cinco metros más para frenar, unos tres más bajo los efectos del cannabis. Por tipología de las sustancias, las anfetaminas son las que más perjudican al conductor disminuyendo un 65% su efectividad a la hora de tomar decisiones.

España es líder de la Unión Europea en el consumo de drogas -en la última década aumentó un 23% el de cannabis y un 17% de cocaína-, un hábito que acaba teniendo un fuerte impacto en las carreteras. ¿Están los conductores y peatones concienciados realmente de los peligros para la seguridad vial del consumo de sustancias estimulantes. Ni mucho menos. Casi 5 millones (19%) reconoce haber conducido tras consumir algún tipo de droga, sobre todo los hombres de 25 a 34 años que previamente se han sometido a controles.

En la provincia de Almería las pruebas de consumo de sustancias psicoactivas a lo largo de 2015 y el ejercicio en curso arroja un repunte de los positivos tanto en drogas como en alcohol. En las cuatro campañas especiales del año pasado se denunció a 136 personas por superar la tasa de alcohol permitida, con una proporción que estaba en el 1% de las más de 12.000 pruebas. En las dos primeras de 2016 han sido más de 150 los conductores sancionados y la cifra ya supone más del 2% de los que se sometieron al alcoholímetro. Pese al aumento de los cazados por los agentes de la Agrupación de Tráfico de Guardia Civil, se trata de una dinámica en retroceso. Así lo argumenta el jefe provincial de Tráfico de Almería, José María Méndez, que recuerda que hace quince años los positivos estaban por encima del 5%. Fruto de la mejora de la concienciación de los ciudadanos y de su mayor respeto a la seguridad vial y de una política de tolerancia cero con el alcohol se ha conseguido, según detalla, que los positivos hayan caído a una media estatal del 1,6%. Además de estas campañas especiales, se viene aplicando un plan integral de vigilancia de las carreteras secundarias y un modus operandi de los agentes que incorpora las pruebas tanto en accidentes como en infracciones. El reto pasa ahora por reducir el consumo de sustancias ilegales. "Ahora hay más positivos de drogas y menos de alcohol", añade Méndez. En las campañas especiales de 2015 se denunció a una media del 50% de los conductores que se sometieron al narcotest, una proporción que se ha elevado al 65,8% en agosto de este año con positivos en 52 de los 79 conductores. De 36 multas en cuatro campañas del pasado ejercicio a 65 en sólo las primeras dos del año en curso. Es decir, el doble con la mitad de controles.

Después de más de tres décadas de grabar a fuego lento el eslogan Si bebes no conduzcas, la DGT ha conseguido cumplir objetivos, si bien ha surgido un nuevo frente que obliga a reorientar el mensaje y sus políticas de prevención. Las sustancias ilegales y sus riesgos para la seguridad vial son ahora el principal reto y en la campaña de navidad que se está desarrollando entre el 12 y 18 de diciembre ha puesto un especial énfasis en los colectivos policonsumidores, los conductores que habitualmente se ponen al volante tras consumir drogas y/o alcohol. Los controles de alcoholemia se remontan a los años ochenta y los de drogas se vienen aplicando desde principios de 2012. A nivel nacional, según los datos de la DGT, las pruebas de sustancias ilegales aumentaron hasta las 76.000, de las que el 33% acabaron en denuncia. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de la magnitud del problema para la seguridad vial del consumo de drogas.

El estudio de prevalencia del consumo de alcohol y drogas de Tráfico de 2015 constató que de 2.774 pruebas realizadas en vías públicas y contrastadas después en laboratorios toxicológicos un 12% de los conductores presentan un consumo reciente. Cifras que aportó en un reciente congreso de Seguridad Vial y Discapacidad el teniente coronel de Guardia Civil Francisco Javier Moscoso, jefe del Sector Tráfico de Andalucía, en las que se evidencia la disminución del consumo de alcohol y el ligero repunte en drogas.

El informe de la DGT revela que como droga de único consumo, la sustancia más frecuente entre los conductores continúa siendo el cannabis y después la cocaína. Hay un mayor porcentaje de casos en periodos nocturnos que diurnos, si bien el cannabis es habitual día y noche. El estudio de prevalencia del consumo de alcohol y drogas ilegales (EDAP), anteriormente conocido con las siglas DRUID del proyecto europeo Driving Under Influence of Alcohol, Drugs and Medicines, revela que un 10% de los conductores presentan ingesta reciente de drogas (con o sin la presencia de alcohol) y un 3% se evidenciaron consumos recientes de alcohol (con o sin drogas). De ahí la importancia para la DGT de seguir trabajando, como ha hecho hasta ahora, en la generación de material formativo en los centros educativos con la finalidad de concienciar en la disociación de la conducción de los consumos de sustancias psicoactivas. Y luego está la opción del castigo a los que no acaban de ser conscientes del peligro que suponen no sólo para su seguridad sino también para la del resto de ciudadanos. Tan sólo entre el 12 y 18 de diciembre serán más de 25.000 pruebas en una época del año en la que aumenta el consumo de alcohol y drogas por las comidas y cenas navideñas. Tan sólo en Adra, uno de los 103 municipios de la provincia, se han llevarán a cabo 300 controles por parte de los agentes de la Policía Local.

No es para menos. Casi un tercio de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico dio positivo en consumo de alcohol y un 14% en drogas. La memoria que realiza anualmente el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses a las personas que han muerto en los accidentes revela que el 43,1% de fallecidos en 2015 presentaban síntomas de la ingesta de drogas, alcohol y psicofármacos elevando en cuatro puntos la estadística de 2014 (39%).También preocupa a la Dirección General de Tráfico otro de los apartados que recoge el informe forense y es que el 46% de los peatones fallecidos también han dado positivo en alguna de las diferentes sustancias psicoactivas.

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