Almería

Mejora en la accesibilidad de la playa para discapacitados

  • Desde que comenzara la temporada estival, el servicio de socorrismo de la capital tiene disponible una flota de sillas anfibio adaptadas a los baños de este colectivo

El calor es sofocante en los días de verano e ir a la playa es un derecho que debe disfrutar todo el que lo necesite. Por ello, desde el servicio de socorrismo de Almería se ha puesto a disposición del colectivo de discapacitados una flota de 17 sillas anfibio.

Este servicio está disponible por toda la costa de Almería (El Toyo, Retamar, El Zapillo, Costacabana y Cabo de Gata). Se puede acceder a estas sillas en cualquier puesto de socorristas desde las 11:30 de la mañana hasta las 19:30 de la tarde.

Estas sillas se pueden usar en una zona de sombreado donde se realizan actividades o simplemente se disfruta de la playa.

El coordinador del servicio de socorrismo en las playas de Almería, Oscar París, dice estar "encantado de poder ofrecer esta ayuda a los discapacitados" ya que es un sector muy agradecido y con el que se implica al máximo cada vez que se realizan actividades en las costas almerienses.

Óscar explica que este colectivo no dispone de otro medio para disfrutar de la playa de Almería y que estas sillas anfibio son de una gran utilidad. Sin embargo, reconoce que "en los cursillos de iniciación para conseguir el título de socorrista no se ofrece ninguna formación especializada para este colectivo".

Desde las asociaciones para discapacitados se planean actividades en las que llevan a su personal especializado para que acompañen y ayuden en las actividades a los discapacitados.

Para esto, las asociaciones contactan con el Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento y conciertan la fecha de las actividades con el centro de servicio de socorrismo, que se encarga también de mantener segura y despejada la zona establecida para este colectivo.

Sin embargo, Luis Rodríguez, tetraplégico desde hace 14 años no está de acuerdo con como se lleva a cabo este servicio.

Luis explica que el acceso a la playa es difícil para un discapacitado y que sería necesaria la supervisión constante de un socorrista especializado.

Reconoce que no pertenece a ninguna asociación pero que no es usuario de las sillas anfibio porque no cree que los socorristas sepan como colocarle en la silla (por el cuidado especial que requiere la colocación de espalda, brazos y el cuidado en las zonas de mayor sensibilidad como es el cuello).

Aún así, el verano es largo y se espera que particulares hagan uso de estas sillas especializadas, pidiendo la ayuda necesaria a los socorristas para poder disfrutar de la playa y de la brisa en la costa de Almería.

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