Este viernes ha amanecido con una nueva tragedia de los flujos migratorios que procedentes del norte de África quieren desembarcar en la costa andaluza. El crucero MS Azura localizaba a primera hora de la mañana a una embarcación semihundida y en pésimas condiciones, destrozada por el temporal y a la deriva después de seis días de navegación, y daba la voz de alerta a los servicios de emergencias para su intervención. Sobre las ocho de la mañana era activado el centro coordinador de Salvamento Marítimo de Almería que desplazó a la zona de inmediato al helicóptero Helimer 205 y procedía a una extracción urgente de cinco personas, tres que ya habían fallecido y dos heridos de gravedad. 

Mientras tanto eran activados los servicios sanitarios del 061 que se desplazaban a toda velocidad a las instalaciones del aeropuerto de Almería para recibirlos a su llegada. En una zona habilitada del aeródromo atendieron a los dos heridos con hipotermias severas que lograron estabilizar y, a continuación, los trasladaron de urgencia al hospital universitario de Torrecárdenas en la capital. Según fuentes del Servicio Andaluz de Salud, permanecen estables con síntomas de deshidratación y está previsto que pasen la noche en observación. Los sanitarios del 061 no pudieron hacer nada por los otros tres de los ocupantes de la patera que habían fallecido antes del rescate en helicóptero y se activó el protocolo judicial para el levantamiento de los cadáveres. La embarcación fue avistada a unos 42 kilómetros (26 millas náuticas) del cabo Sacratif en la costa de Motril y Salvamento Marítimo también ha desplegado a la Guardamar Polimia en la zona. 

Según el testimonio de los supervivientes que han sido rescatados, en la neumática semihundida del tipo zodiac viajaban una docena de inmigrantes, por lo que se está buscando a las otras siete personas que podrían haber caído al mar durante la trágica travesía. Los dos heridos también han relatado a la Policía Nacional que la embarcación había partido desde Argelia hace seis días, pero se desconoce el día y lugar de la desaparición. El Centro Coordinador de Almería de Salvamento Marítimo se encarga del dispositivo de búsqueda aéreo y marítimo, mientras que el avión de Frontex se ha sumado al rastreo desde el mar de Alborán hacia sotavento. Las condiciones meteorológicas en la zona son adversas, con olas de tres metros y vientos de levante de 40-45 nudos (más de 75 kilómetros por hora). 

Más de 6.300 personas en el último año 

A la costa almeriense llegaron en pateras taxi y narcolanchas un total de 6.323 personas, principalmente de origen magrebí, lo que supone un incremento del 66% más que en el ejercicio anterior cuando fueron atendidos 3.806 migrantes. Si bien el archipiélago canario presenta las cifras más altas del país (18.555 en Las Palmas y 19.536 en Santa Cruz de Tenerife), en lo referente a la península, Almería es la principal puerta de entrada hacia Europa con una estadística que multiplica por tres y hasta por cinco los registros del resto de provincias del sureste español como Murcia (2.576), Granada (1.778) y Cádiz (1.288). Entre Ceuta y Melilla no llegan ni al millar al experimentar en el último año un descenso del 59% en las entradas clandestinas.

En la provincia el drama humanitario de los flujos migratorios fluctúa tanto en los vaivenes de la estadística como en el modus operandi y en el último ejercicio han cobrado protagonismo los traslados en narcolanchas desde Marruecos a las playas del Poniente (Adra y El Ejido) a plena luz del día en detrimento de la ruta que operaban las mafias argelinas hacia las calas del levante en oleadas nocturnas. De los 6.323 inmigrantes que ha recibido la provincia en todo tipo de embarcaciones, 4.285 eran marroquíes (922 en 2022) y 1.806 argelinos (2.305 en 2022). Del resto de países apenas ha habido incidencia y sólo se han identificado a 6 subsaharianos. El periodo de mayor incidencia suelen ser los meses de verano, con la mejora de la climatología entre junio y septiembre, siendo el goteo incesante de pateras taxi y planeadoras con un mínimo de una entrada diaria.

La estadística de la Dirección General de Policía contabiliza la llegada ilegal de 52.189 inmigrantes entre los años 2013 y 2023 con una evolución desigual que tuvo su punto álgido en 2018. El registro policial notifica 682 en 2013, 1.176 en 2014, 1.487 en 2015, 2.156 en 2016, 5.576 en 2017, 12.327 en 2018, 6.489 en 2019, 5.421 en 2020, 6.519 en 2021, 3.806 en 2022 y 6.323 en 2023. El incremento del último ejercicio es importante, si bien se mantiene en consonancia con los datos de los años anteriores que no bajan de los cinco mil inmigrantes anuales, cifras muy superiores a las que se dieron hace una década cuando todavía se dejaba sentir el impacto de la crisis económica y que tuvo en 2013 su dato más bajo de la serie histórica desde principios de siglo.