Al alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, no le importó ayer dar su "opinión personal" sobre el revestimiento de madera elegido para el Salón de Plenos y su dictamen ha sido que no es de su agrado. El regidor aseguró que no por ello va a dar orden de paralización de los trabajos para la instalación de la madera ni va a proponer al arquitecto José Ramón Sierra Delgado y a la Delegación Provincial de Vivienda un cambio del color.

El alcalde visitaba a primera hora de la mañana de ayer las obras de reforma de la Casa Consistorial, enterado ya de la agria polémica por el revestimiento de madera surgida mientras se encontraba de viaje. Preguntado por los periodistas en una rueda de prensa convocada para anunciar una próxima obra pública, Rodríguez-Comendador compartió el criterio de su socio de Gobierno y concejal de Urbanismo, Juan Megino, aunque negó que el edil hubiera llegado al extremo de intentar paralizar la colocación de los tablones de madera tras mantener un conversación con el también presidente de Gial. "Los trabajos van a continuar, pero eso no quiere decir que el revestimiento me guste. Puedo -añadió el alcalde- expresar mi opinión".

Coincide también con la mantenida por el responsable del área de Alcaldía, Javier Aureliano García, y por el concejal de Obras Públicas y Servicios Urbanos, Francisco Amizian, quien ayer acompañaba al regidor en su comparecencia pública. "Que no le guste no significa que sea un cateto", intervino el edil para remachar las palabras del regidor en una clara referencia a las críticas que en días pasados ha recibo el equipo de Gobierno por parte del Grupo Municipal Socialista.

Rodríguez-Comendador zanjaba así la polémica desatada y quiso destacar que "lo que es verdaderamente relevante es que la obra se termine ya de una vez y que no siga arrastrando todos estos retrasos acumulados en el tiempo." El alcalde ha instado a la Junta de Andalucía a que incremente en la medida de lo posible el ritmo de las distintas fases del proyecto de remodelación de la Plaza Vieja y la Casa Consistorial, por su relevancia social, administrativa e histórica para Almería.