Demografia

Así es el almeriense medio: 40 años, uno o dos hijos y viviendo en pareja

Dos personas pasean por las calles de la ciudad manejando un carrito en el que se encuentra un bebé.

Dos personas pasean por las calles de la ciudad manejando un carrito en el que se encuentra un bebé. / DDA

En el fascinante mosaico demográfico que caracteriza a la provincia de Almería, se observan cifras que trascienden simples estadísticas, revelando las complejidades de una sociedad en constante evolución. Con una edad media de 40 años en la población, se desprenden disparidades entre los habitantes locales y los residentes extranjeros que arrojan luz sobre la dinámica demográfica local. Lejos de ser meras cifras, estas moldean el tejido social y tienen consecuencias palpables en aspectos cruciales, como el cálculo de pensiones.

Al sumergirse en las diferencias entre la población nacional y extranjera, emerge una realidad demográfica intrigante. La edad media de los extranjeros en la provincia se sitúa en 36,89 años, desglosándose en 36,83 para hombres y 36,96 para mujeres. En contraste, la media de edad de los almerienses nativos alcanza los 40,90 años, distribuyéndose en 40,84 para hombres y 42,94 para mujeres. Este contraste revela una dicotomía que va más allá de las cifras, señalando la influencia activa de la población inmigrante en la configuración de la pirámide poblacional.

Es evidente que los inmigrantes, al establecerse en la provincia, desempeñan un papel clave en la tendencia al rejuvenecimiento de la población. Esta influencia se refleja con nitidez al examinar la edad media de los recién llegados en 2022, situada en sorprendentes 33 años. En contraposición, aquellos que optan por abandonar la provincia presentan una edad media de 39 años. Este doble fenómeno no solo indica la juventud aportada por la población inmigrante existente, sino también la continua inyección de vitalidad que representan los nuevos residentes extranjeros.

Las cifras demográficas de Almería se revelan como un testimonio dinámico de intercambio cultural y rejuvenecimiento constante. Más allá de las estadísticas, este fenómeno tiene implicaciones palpables, especialmente en el cálculo de pensiones, donde la presencia de una población inmigrante joven podría modelar el panorama económico futuro. La provincia no solo acoge diversidad, sino que experimenta una metamorfosis demográfica que, como hilo invisible, conecta a sus habitantes en un tejido social en constante transformación. Este entrelazamiento de edades y culturas define la riqueza demográfica de Almería, esculpiendo su identidad de manera profunda y dinámica.

En lo que respecta a la edad promedio para la maternidad por provincia, se observa una notable transformación en los últimos años. Actualmente, la edad promedio para el primer hijo se sitúa en 29,78 años, marcando un significativo aumento en comparación con 1975, cuando la media era de 23 años. Este cambio refleja una tendencia hacia la postergación de la maternidad, posiblemente influenciada por factores socioculturales y económicos.

En la actualidad, las madres en la provincia de Almería tienen un promedio de 1,6 hijos. Solo las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla superan esta cifra, con un promedio de 2,15 y 2,35 hijos por madre, respectivamente. Sin embargo, es interesante destacar que en 1975, las madres en Almería tenían un promedio de más de dos hijos, superando las cifras actuales de Ceuta y Melilla.

En términos de composición de hogares, los formados por una pareja con uno o dos hijos son los mayoritarios, sumando un total de 84.000 hogares. Estos son son los más prevalentes, seguidos por los formados por unipersonales, que superan los 60.000. A continuación, se encuentran los hogares con parejas sin hijos que convivan en el hogar, sumando un total de 47.600. Entre estos, se contabilizan cerca de 25.000 hogares monoparentales, constituidos por un adulto y al menos un menor.

Por otro lado, las parejas con tres hijos representan poco más de 13.900 hogares en la provincia. En una franja inferior se encuentran aproximadamente 12.000 viviendas con núcleos familiares adicionales que no forman una unidad familiar, así como 16.000 hogares con personas sin lazos familiares entre sí y hogares con dos o más núcleos familiares, sumando un total de 6.500.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios