Con un presupuesto de 1.100.000 euros, la organización de las fiestas de este año se han ajustado, en palabras del alcalde de Almería, a los criterios de "contención y austeridad", sin por ello mermar las "expectativas de los almerienses" y el "abanico amplio" de actividades programado para cubrir los ocho días de Feria (del 20 al 27). Los esfuerzos, y la mayoría de las novedades, han sido centrados en la mejora de las condiciones del recinto ferial, que la ciudad pudo estrenar el pasado año, y que pretende ser más atractivo.

La organización persigue solucionar en primer lugar las dificultades de accesibilidad al mismo, así como las retenciones viales. Se han habilitado solares con una capacidad total de 2.650 plazas vigiladas (1.200 más que en 2010), de las cuales 1.450 son sobre asfalto y con un coste rebajado de 4 euros en lugar de cinco. Las 1.200 plazas restantes son sobre tierra y a un precio de tres euros.

El Ayuntamiento ha reforzado el transporte público con seis líneas al recinto ferial y 22 autobuses (cinco más que el pasado año). La parada cambia de ubicación, situada ahora en la salida este, junto a la ribera del río Andarax. Se ha reservado un carril especial para los taxis.

Otra de las mejoras aplicadas al Real de la Feria es su entoldado y el incremento de actividades como la inclusión de concursos de amazona, jinete, enganche y grupera que se suman al recobrado Paseo de Caballos. El recinto ferial también recibirá la visita de las cabalgatas Anunciadora y de la Batalla de Flores, conservando la Carpa Municipal Infantil, uno de los mayores éxitos de la pasada edición, con actuaciones diarias de teatro, circo, magia, guiñol, y animación continuada desde las siete de la tarde hasta las once de la noche con talleres, gymkanas, juegos y hasta una mini discoteca. Cada día, a partir de las seis y media de la tarde, el Real será escenario de pasacalles familiares.

Otra de las novedades es el diseño de la Caseta Municipal que, en esta edición, reproduce la restaurada Casa de las Mariposas.