Lucha contra la despoblación

El acceso a dinero en efectivo, un reto conquistado en la Almería rural

Una vecina de la Entidad Local de Fuente Victoria realiza operaciones en el cajero instalado por la Diputación provincial.

Una vecina de la Entidad Local de Fuente Victoria realiza operaciones en el cajero instalado por la Diputación provincial. / DDA (Fuente Victoria (Almería))

La despoblación lleva de la mano demasiadas brechas. La exclusión bancaria es una de las más acuciantes. Los municipios del interior envejecen a pasos de gigante. Hay algunos cuya población mayor de 65 años representa casi la mitad de sus habitantes. Son los casos de Benitagla (47,16%), Partaloa (43,86%), Bacares (43,75%), Velefique (42,74%), Arboleas (42,01%), Albanchez (40,4%) o Bédar (40,13%). Pero las cifras son elevadas en muchos más.

Y es que, aunque no tener cajero automático para disponer de efectivo es un problema para todos, independientemente de la edad, a los mayores se les hace más cuesta arriba porque no está al alcance de todos llevar a cabo los desplazamientos necesarios. Y, en estos casos, a veces las operaciones de este tipo apremian en tiempo y forma. Y en cuestiones económicas, a veces no se puede esperar. Aquí la edad importa.

Pero Almería viene siendo un ejemplo para el resto de las provincias. Ha actuado y lo ha hecho rápido. Hace apenas un lustro, casi la mitad de los pueblos de la provincia no disponían de cajero alguno. Fueron años en los que las entidades bancarias comenzaron a abandonar numerosos pueblos sin dejar nada tras su paso. Ni un cajero. La crisis financiera hizo mella durante varios años y esta se hizo fuerte donde siempre, en los pequeños municipios.

Si en 2008 Almería tenía repartidas 705 oficinas por toda su geografía, a principios de esta década son menos de 400, se perdió un 42%, dejando fuera a casi la mitad de los municipios, todos ellos con menos de un millar de habitantes.

Las súplicas de los vecinos se hicieron fuertes y hubo un momento en que la Diputación Provincial de Almería entendió que esta era una prioridad. Y actuó.

El cajero de Laroya fue el primero en inaugurarse como parte del Programa de Lucha contra la Exclusión Financiera. El cajero de Laroya fue el primero en inaugurarse como parte del Programa de Lucha contra la Exclusión Financiera.

El cajero de Laroya fue el primero en inaugurarse como parte del Programa de Lucha contra la Exclusión Financiera. / (Laroya)

En 2020 se puso en marcha el Programa de Lucha contra la Exclusión Financiera en los municipios del interior con el objetivo de atajar esta problemática. En 2021 ya estaban operativos y funcionando 33 cajeros automáticos en las comarcas de Filabres-Alhamilla, Nacimiento, Almanzora, Alpujarra y Poniente Almeriense. La iniciativa se llevó a cabo con dos entidades bancarias: Unicaja Banco y Euro Automatic Cash, y concluyó el pasado mes de diciembre con la instalación de los cajeros en los siguientes municipios: Santa Fe de Mondújar, Velefique, Beires, Alicún, Enix, Felix, Senes, Lucainena de las Torres, Benizalón, Almócita, Turrillas, Bentarique, Olula de Castro, Las Tres Villas (Escúllar), Albanchez, Alcóntar, Alcudia de Monteagud, Armuña del Almanzora, Bacares, Bayarque, Benitagla, Chercos, Cóbdar, Fuente Victoria, Laroya, Líjar, Lúcar, Partaloa, Sierro, Somontín, Suflí, Tahal y Urrácal.

De esta forma, todos los vecinos de estas localidades en las que no hay sucursales bancarias pueden realizar multitud de gestiones: sacar o ingresar dinero, pagar recibos y tributos, actualizar cartillas o libretas de ahorros, realizar transferencias y traspasos o recargar el saldo del teléfono móvil.

Y prueba de que la actuación necesaria son las cifras. Durante este 2023 se han movido 9,3 millones de euros en los 33 cajeros instalados. Se realizaron 48.100 operaciones de retirada de efectivo, 3.898 ingresos, se ha hecho el pago de 638 recibos y un total de 11.501 acciones en otras modalidades disponibles.

En los tres años que llevan en funcionamiento se han realizado un total de 181.768 operaciones con un montante económico de 25 millones de euros.

Sin ir más lejos, un municipio como Alcudia de Monteagud, que tiene poco más de 100 habitantes, en 2023 realizó un total de 1.083 operaciones que llevaron asociada una cantidad de 148.000 euros. La retirada de efectivo se llevó la mayoría de las acciones, tal y como sucede en el resto de municipios. Y es que, aunque son numerosas las funcionalidades, el contar con efectivo sigue siendo la principal garantía de estas máquinas.

Líjar es el municipio de la provincia que más montante económico movió dentro de los cajeros instalados por la Diputación Provincial, con 1,2 millones de euros y un total de 6.119 operaciones, o lo que es lo mismo, más de una operación por vecino cada mes. Dato que pone de relieve la necesidad de estas máquinas para los ciudadanos.

María Díaz Molina, alcaldesa de Líjar, municipio con más montante en operaciones. María Díaz Molina, alcaldesa de Líjar, municipio con más montante en operaciones.

María Díaz Molina, alcaldesa de Líjar, municipio con más montante en operaciones. / DDA (Líjar)

Por lo tanto, de en torno a cuarenta municipios sin cajeros automáticos a finales de la década pasada, la provincia ha pasado a tener sin estos apenas siete localidades. Aunque algunas pueden llorar por un ojo porque suplen la falta de cajeros con la apertura, ciertos días, de oficinas bancarias.

Alsodux y Santa Cruz de Marchena no disponen ni de cajero ni de entidad bancaria. Sus vecinos deben desplazarse a Alhabia (o a cualquier otro municipio cercano) para disponer de cajero automático, aunque el municipio también dispone de un agente financiero que abre todos los días de la semana.

Otros cinco municipios no disponen de cajeros pero sí cuentan con agentes financieros que abren algunos días en semana, son Rágol, Padules, Ohanes, Huécija y Nacimiento.

Hay núcleos de población como Doña María y Ocaña (Las Tres Villas) que superan los tres centenares de vecinos y que tampoco disponen de cajeros ni entidades bancarias, por lo que deben desplazarse a Abla o la localidad de Fiñana.

Los cajeros automáticos que instaló la Diputación han dado un paso más en las funcionalidades tradicionales que ofrecen estos dispositivos en la provincia, ya que la institución ha conseguido que cualquier persona, independientemente del banco que tenga, pueda consultar y pagar los recibos pendientes con la Diputación.

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