Las obras de rehabilitación de la Casa Consistorial y Plaza Vieja se han topado con la primera reclamación por daños y perjuicios a consecuencia del impacto económico que los trabajos están teniendo en los establecimientos existentes en la zona. Es el histórico café bar Bahía de Palma, cuyo propietario está intentando defender la actividad de su negocio que, asegura, se está viendo gravemente afectado por lo que podría entenderse, según sus explicaciones, una falta de cortesía por parte del Ayuntamiento al no haberse previsto medidas que pudieran suavizar el efecto negativo de "estrangulamiento económico" de las obras.

Es la expresión utilizada por Ramón Belmonte en el escrito que ha dirigido al alcalde de Almería como propietario de uno de los bares más conocidos de la ciudad con 54 años de atención al cliente a sus espaldas. Ahora, las obras de rehabilitación están ahogando a este negocio ubicado en la plaza de la Administración Vieja, sobre cuyas servilletas quedó estampado el germen de los Juegos Mediterráneos de 2005. "Entiendo que las obras siempre ocasionan molestias y esperaba perder clientes. Sé que una vez terminadas, los negocios próximos se benefician. Pero una cosa son las molestias y otra la situación a la que me estoy enfrentando desde que se iniciaron los trabajos", comenta Belmonte.

Las obras, que comenzaron en noviembre, han cerrado el acceso que conecta la Plaza Vieja con la plazoleta del Bahía de Palma. El flujo de personas que acceden o salen del Ayuntamiento, ya sean ciudadanos que acuden a hacer gestiones, turistas o asistentes a las actividades que en la Plaza Vieja viene organizando el Consistorio, ha quedado interrumpido, por lo que el Bahía de Palma ha perdido esos potenciales clientes que ahora ni pasan por delante del establecimiento.

El propietario ha solicitado en varias ocasiones y a varios responsables del equipo de gobierno la reapertura de este acceso, que considera factible mediante la instalación de las oportunas medidas de seguridad que permitan realizar los trabajos y el tránsito de personas con normalidad. Señala Belmonte otro de los accesos a la Plaza Vieja que, si bien está afectado por las obras de ampliación del hotel, permanece abierto sin problema alguno. Estas segundas obras también están perjudicando al Bahía de Palma, con efecto "espantada" de clientes por los andamiajes en la calle Mariana.

Por uno y otro lado, el popular café bar está rodeado, habiendo tenido además que retirar las mesas exteriores. "Se ha vallado el acerado de la terraza en su fachada con el Ayuntamiento, con lo que no se pueden poner veladores y, además, la calle Mariana está siendo cortada constantemente por las obras de ampliación del hotel".

A este cúmulo de circunstancias, se suma otros graves inconvenientes como que el cierre de las calles afectadas no está siendo comunicado de forma previa o trabajos en los que no se ha tenido en cuenta la presencia de la actividad hostelera. "Qué menos que cuando viene el camión a retirar escombros que echar un poco de agua para que no comamos polvo", se queja Belmonte, también por no haber tenido respuesta alguna del Ayuntamiento.