patrimonio

Alquife, principio y fin del cargadero de mineral

  • Alquife vivió por y para la minería y dio pie a la creación de una línea que supuso un hito en España

La forma en la que se picaba el mineral tenía que ver con las máquinas, pero también con los hombres

La forma en la que se picaba el mineral tenía que ver con las máquinas, pero también con los hombres / DDA (Almería)

Alquife es un pueblo de unos 750 habitantes situado a unos 15 kilómetros de Guadix (Granada), ubicado en el Marquesado del Zenete. Esta es una localidad hecha a imagen y semejanza del trabajo que antes lo envolvía. Se viste con un traje rojo y huele a hierro. No es otra cosa que un pueblo que creció gracias a la minería (la extracción se remonta a la época romana), que tuvo una proyección sin igual desde inicios del siglo XX y comenzó a verse dañado en 1996, cuando su producción acabó.

La historia de Alquife y sus minas está históricamente ligada a Almería y a su puerto (mediante la línea Linares-Almería), lugar por donde se dio salida al hierro extraído hasta diversas partes del mundo. De la conexión existente entre Alquife y Almería tuvo lugar la creación del grandioso cargador de mineral Cable Inglés, ahora seña histórica, cultural y turística más reconocidas de la capital almeriense y de la provincia.

El Cable Inglés, alzado por la compañía The Alquife Mines and Railway Company Limited, acabó de construirse en 1904, siguiendo las directrices de la escuela de Gustave Eiffel. Se levantó una vez finalizado el ferrocarril Linares-Almería para dar mayor salida a todo el material que llegaba por tren desde las Minas de Alquife y que se acumulaba en el puerto de Almería. Los primeros proyectos proponían un cargadero hecho de madera, y de unas dimensiones reducidas.

Pero por distintos motivos se decidió la construcción de un gran muelle metálico de agua profunda al que accederían los trenes cargados de mineral de hierro, procedentes de la estación de Almería, a unos 900 metros del lugar. Una vez en lo alto, por acción de la gravedad, descargarían su contenido en unos depósitos en el interior de la estructura. Una vez allí, y de nuevo por gravedad, se cargaría el mineral a los barcos atracados al costado del cargadero a través de unos conductos metálicos retraíbles.

Con esta operación se pasó, de tardar en cargar un barco de tipo medio unos 10 días, a hacerlo en solo 10 horas. El ahorro de trabajo fue impresionante, agilizando la exportación de una forma formidable. Los barcos llevaban el mineral hasta Glasgow. Este terminal de unos 700 metros de longitud tiene tramos que son exclusivamente metálicos, alternados con otros tramos de arcos de medio punto sobre pilares de piedra de cantería, mezclándose de esta forma el hierro y la piedra de forma magistral.

La construcción del Cable Inglés se hizo en un tiempo récor de dos años siendo inaugurado el 27 de abril de 1904 por el rey Alfonso XIII. Desde aquel día estuvo funcionando hasta 1973 que dejó de utilizarse. Junto a él se encuentran también el monumento a las Víctimas Almerienses de Mauthausen, la Ballena dedicada al niño Gabriel (Pescaito) y a la Buena Gente y la escultura “Ondulación” que la Dirección de los Juegos Olímpicos del Mediterráneo encargó a la escultora Rosa Serra para donarla a Almería, en recuerdo de la celebración de los juegos en esta ciudad.

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