Dulce, con olor a azahar, un aspecto que enamora a primera vista y un sabor muy especial, tierno, jugoso, con relleno o sin él, de doce sabores (nata, chocolate, merengue, trufa, cabello de ángel, Kinder, Oreo, Nutella, Lotus, yema tostada, crema, Ferrero Rocher y dulce de leche) y de tres tamaños, cada uno con su precio justo. Y cómo no, con las tradicionales sorpresas en su interior para dar juego a los comensales que quieran disfrutar de la ocasión. En la confitería Yemadi de la capital (calle Pérez Galdós 8), comenzaron el día 4 de enero la elaboración del Rey del día de Reyes porque si su maestro pastelero tiene algo claro es que el roscón que sale de este obrador tiene que ser el mejor, recién sacado del horno y perfecto para los paladares más exquisitos. Nada de elaboraciones una semana antes, ni de congelados. Javier Guerrero señala que el roscón de Yemadi está hecho con apenas unas horas de antelación de que el cliente lo haya encargado para recoger y con una presentación muy cuidada. Testigos de ello hemos sido los periodistas de Diario de Almería, invitados a la sala de confección donde se amasa, se deja fermentar, se rellena, se confitan las frutas y se preparan para ser degustados. En este reportaje se da buena cuenta del laborioso trabajo y la contrarreloj que Javier y sus empleados han realizado durante todo el día de ayer y hoy para que los almerienses puedan tener en esta víspera y mañana, 6 de enero, el dulce más preciado.

En Almería las familias acostumbran a desayunarlo el día 6 de enero, pero cada vez son más quienes se reúnen para cenarlo la Noche de Reyes tras la cabalgata, o quienes optan por tomarlo como postre o como merienda. Sea de la manera que sea, lo cierto es que cada año las ventas son mayores y así lo constata el dueño de Yemadi, que asegura que llevan desde principios de Navidad recibiendo encargos sin cesar, “incluso ha habido clientes que lo han pedido como postre para los días grandes de esta Navidad como Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo”. Señala que “ya cada vez importa menos el día en el que se consume, pues es un dulce que suele gustar mucho y como es la época del año de este pastel tan singular pues la gente aprovecha para tomarlo en distintas ocasiones”.

Las tradiciones más arraigadas suelen venir de la mano de una gastronomía especial, preparada con sumo cuidado para cada ocasión y forma parte de esa misma tradición a la que sirve. Las fiestas navideñas no son una excepción, y a los turrones y polvorones se suma este dulce que muchos esperan con ansia durante todo un año. Las pastelerías de Almería lo saben y por eso lucen en sus vitrinas y escaparates sus mejores versiones.

Durante los días 4, 5 y 6 las ventas son un no parar de comandas, y entregas y, aunque es difícil calcular el número total de roscones vendidos en Almería en estos días, tan sólo en uno de los negocios de la capital, Yemadi, aseguraban que al acabar el día de Reyes habrán vendido más de 500 de estos suculentos pasteles a vecinos del barrio de Nueva Andalucía, que es donde está su principal clientela, pero también a cafeterías, restaurantes o tiendas de comestibles. La mayoría con relleno de nata, seguidos de los que están sin relleno. Guerrero explica que “cada vez son más demandados los novedosos como el Ferrero Rocher o el Kinder, pero que no hay que olvidar que también hay quien mantiene intacta la tradición y prefieren degustar el roscón tal cual, sin relleno ni innovación”.

En la confitería Yemadi llevan más de 25 años endulzando la víspera y el día de Reyes a los almerienses.