A principios del mes de julio saltaron las alarmas: Correos acumulaba ya 10.000 entregas pendientes ante la reducción de personal. Los sindicatos del sector, y especialmente la CGT, llamaron la atención sobre este asunto que afectaba, fundamentalmente, a Aguadulce y El Parador. Tras las quejas, la empresa parece haber puesto remedio a la situación con la contratación de tres personas, según ha podido saber Diario de Almería. En cualquier caso, el contrato de estos empleados es sólo hasta finales de julio y nada se sabe de cual será su futuro en agosto, por lo que los sindicatos temen que la situación vuelva a empeorar en pocos días.

No en vano, la Confederación General de Trabajadores (CGT) alertó a principios de mes del caos del servicio de Correos en Roquetas de Mar debido a la última reestructuración que consistió en la eliminación de tres secciones de reparto, pasando de 40 carteros a 37, para una población de más de 90.000 habitantes. Actualmente, con esa contratación temporal de tres personas se ha vuelto a una entrega pendiente de 4.000 envíos, cifra muy similar a la de cualquier otra época del año.

En cualquier caso, la preocupación en el sector postal sigue vigente y ya han puesto sobre la mesa la posibilidad de movilizarse en septiembre si no hay cambios sustanciales. En este sentido, la secretaria general de la CGT de Correos, Ascensión Sánchez Martín, aseguró ayer al Diario de Almería que "la supresión de puestos de trabajo fijos sumado a las vacaciones de los trabajadores conlleva a que los que quedan tengan unos recargos muchas veces inasumibles".

En este sentido, se remitió al informe anual de Cuentas de la empresa postal del último año, donde se refleja que "ha vuelto a eliminar 2.000 puestos de trabajo en general, con unos beneficios de 193 millones de euros; lo que demuestra que están cargándose el servicio postal con la excusa de que no hay dinero para contrataciones".

La Ley de Servicio Postal Universal, en su artículo 22 y 24; y el artículo 3 de la Directiva Europea, señala que debe haber un reparto diario al menos cinco días a la semana en todos los buzones domiciliarios. Con los recortes actuales, no siempre se cumple.