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Casi toda Almería está en riesgo alto de peligrosidad sísmica

Peligrosidad sísmica Almería. Fuente: IGN

Peligrosidad sísmica Almería. Fuente: IGN / Departamento de Infografía

La provincia de Almería ha enfrentado numerosos terremotos a lo largo de su historia, siendo testigo de devastadoras sacudidas que han obligado a reconstruir localidades enteras como Vera y la capital. Algunos de estos seísmos han superado los 10 grados en la escala de intensidad, dejando un legado de destrucción y reconstrucción en su estela.

En términos de peligrosidad sísmica, la provincia de Almería se sitúa entre VI y VII grados en la escala, con valores de aceleración de 0,19 G en roca. Esta región del oriente de Andalucía se destaca como la zona con mayor riesgo de terremotos, incluyendo eventos de gran magnitud, dentro de España. 

Según el Plan de Emergencia de Riesgo Sísmico en Andalucía, en un periodo de retorno de 475 años, Almería no está exenta de experimentar terremotos de hasta 8 grados de intensidad. Las placas Eurasiática y Africana experimentaron un acercamiento de 1 milímetro, lo que subraya la constante actividad sísmica en la región y la necesidad de estar preparados para futuros eventos.

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) de España desarrolla un Mapa de Peligrosidad Sísmica que se ha convertido en una herramienta esencial para evaluar y entender el riesgo sísmico en diferentes áreas del país. Este mapa identifica las áreas con mayor probabilidad de experimentar terremotos de alta intensidad, utilizando una escala que va desde el grado I (muy bajo) hasta el grado X (muy alto). Además, proporciona información detallada sobre el periodo de retorno, que es el tiempo estimado en el que se espera que ocurra un terremoto de una determinada magnitud en una zona específica.

Lo cierto es que toda la provincia de Almería está bañada en rojo en este mapa. Y eso significa que toda ella tiene un elevado índice de peligrosidad muy por encima de la mayoría de la superficie del país.

Aunque dentro de la provincia también existe una escala. La comarca de Las Alpujarras, y en particular municipios como Laujar, Fuente Victoria y Fondón, enfrenta un alto riesgo sísmico debido a la actividad tectónica de la placa eurasiática. Esta actividad se manifiesta en elementos naturales como Sierra Nevada, que se formó debido al roce entre la placa eurasiática y el Levante. En el Levante, las fallas geológicas, como la Serrata Carboneras y la de Palomares, junto con los temblores asociados a la falla de Alhama de Murcia, aumentan el riesgo sísmico de la zona, siendo una de las más peligrosas de toda España. De hecho, las áreas más afectadas por terremotos devastadores en la provincia suelen ser precisamente estas de Las Alpujarras.

En la zona costera, especialmente cerca del Golfo de Almería y el Mar Mediterráneo, existe una mayor exposición al riesgo sísmico debido a su proximidad a las fallas geológicas activas. Las áreas costeras, por su naturaleza, suelen ser más vulnerables a los terremotos y a la posibilidad de tsunamis.

La zona central de la provincia, que incluye la ciudad de Almería y sus alrededores, también puede presentar un riesgo sísmico significativo. Las áreas urbanas densamente pobladas suelen experimentar mayores daños en caso de terremotos de gran magnitud debido a la concentración de infraestructuras y población.

En las áreas montañosas del interior de la provincia, como la Sierra de los Filabres y la Sierra de Alhamilla, el riesgo sísmico es moderado. La presencia de fallas geológicas en estas regiones aumenta la probabilidad de actividad sísmica.

Una investigación conjunta entre el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (ICM-CSIC) y la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA), en colaboración con expertos de Alemania e Italia, ha identificado las fallas más activas en el Mar de Alborán. Estas fallas se encuentran a poca distancia de la provincia y representan una amenaza latente en su geografía.

El estudio ha señalado específicamente dos fallas: la del Alto de Alborán y la falla de Yusuf. Estas se sitúan en el límite entre las placas Europea y Africana y han absorbido la mayor parte de la energía liberada por la colisión de las placas Euroasiática y Africana. Cuando estas fallas acumulan energía, esta fuerza eventualmente se libera a través de temblores. En general, a mayor acumulación de energía, más intensos pueden ser los terremotos o maremotos resultantes.

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