Un 47,7% de los andaluces, prácticamente la mitad, cree que las empresas tecnológicas de Inteligencia Artificial (IA) tendrán más poder en el futuro que los gobiernos de los países y casi un 80% considera que la legislación actual no protege a la ciudadanía de sus posibles riesgos, según el nuevo Barómetro del Centro de Estudios Andaluces (Centra). La mayoría de los encuestados ve bien que esta tecnología se use para asistencia médica, trámites administrativos, creación de publicidad o imágenes o diseño de estructuras e ingeniería. Sin embargo, rechazan su uso en la elaboración de leyes, en la redacción de noticias, en los vehículos sin conductor, en la elaboración de textos o libros o en la selección de candidatos para un puesto de trabajo. Los andaluces preguntados se dividen entre quienes creen que será más negativa o positiva para el futuro.

El Centra, organismo adscrito a la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía, recoge en el barómetro de marzo, publicado en la mañana de este lunes, que el 49% de los andaluces opinan que la IA creará más desempleo pero que mejorará la calidad de vida (65%). El 85,2% opina que la IA no debe tomar decisiones importantes que le afecten sin la intervención del ser humano. Cuatro de cada diez andaluces consultados consideran que esta tecnología debe ser accesible para todo el mundo; un 35,3% que debe tener limitaciones; y un 20% que dependería de la situación.

El uso por parte de los menores de edad es lo que los encuestados entienden que debe ser regulado con más urgencia, así como la privacidad de datos, según los datos que ha destacado la agencia Efe. El responsable de regularlo debería ser la Unión Europea para un 44,4% de los casos o el Gobierno de España, en un 23%. Hay un 27% de los encuestados que dice no haber interactuado nunca con la IA, mientras que la mayoría de quienes sí lo han hecho ha sido a través de asistentes de voz (32%) o para buscar información y noticias (21,4%). En ese último apartado, un 42,5% le da "mucha" fiabilidad a la información. Además, un 76% opina que las empresas son poco o nada transparentes sobre el uso de esta tecnología.