Tradición, presente y futuro convergen en Terracultura. "Garantizar la vida que queremos y amamos", así se refirió ayer la alcaldesa de Chirivel, Enma Sola, al trabajo que tiene por delante este consistorio y todos los habitantes del municipio y la comarca. Esta octava edición de la feria de maquinaria y productos agrícolas y ecológicos se celebra, como dijo Sola, en una etapa de incertidumbre y dudas, con profundos cambios en la forma de vivir, con la desaparición de ciertas actividades a causa de la recesión, "en este marco, Terracultura cobra mayor sentido para reforzarnos. Desde el Ayuntamiento de Chirivel nos comprometemos con nuestros agricultores y ganaderos de la zona de interior". En sentido, la primera edil del municipio recordaba que la feria cuenta con 20.000 metros cuadrados de superficie expositiva, que han aprovechado 47 empresas, y recibe una media de 9.000 visitantes, según datos de ediciones anteriores. Además de los hechos tangibles, como las cifras que ponen de manifiesto la relevancia de Terracultura, Enma Sola pone las vistas al futuro: "Tenemos el reto de dinamizar el sector y ponerlo en valor, así como fomentar e impulsar las empresas familiares". Una de las bases sobre la que empezar a trabajar es la innovación, detallaba la alcaldesa.

Uno de los motivos por los que se puso en marcha esta feria es para poner de manifiesto la trascendencia que tiene la agricultura, ganadería y otras actividades que toman impulso como la avicultura. "Existen desequilibrios en cuanto a otras zonas", decía Sola, por lo que para ella una de las herramientas para posicionar la comarca es la difusión a través de acciones como esta feria de carácter nacional, "se trata de un proyecto compartido, por lo que tenemos que poner todos los medios a nuestro alcance".

La regidora de Chirivel, orgullosa de la zona rural, recalcaba la hospitalidad de este municipio del que apuntaba la elevada calidad de vida.