Almería

La vocación de darlo todo por los demás

  • Los trabajadores de una residencia de ancianos cuentan su día a día Su profesión exige una atención permanente

"Este es un trabajo muy vocacional. No podemos reemplazar a los familiares, pero hacemos todo lo posible por ser lo más cercano a una familia". Con esta frase define José Miguel Sánchez, terapeuta de la Residencia de Personas Mayores La Purísima, cómo es su día a día en el trabajo. Y nada más lejos de la realidad, se trata de una profesión muy entregada aunque muy satisfactoria que ayer celebró su efeméride especial, el Día Mundial del Cuidador.

Con alrededor de 60 personas mayores a su cargo, las auxiliares de esta residencia cuentan a Diario de Almería sus principales labores. "Nos ocupamos de todo, los levantamos por la mañana, los aseamos, afeitamos y cortamos las uñas, los peinamos... Luego bajamos al comedor para desayunar y después se les lleva al salón o a las diferentes terapias que tengan ese día. Además, se cubren todas sus necesidades: cambios de pañales o cualquier otra cosa que haga falta", explica Rocío García, una de las trabajadoras. "Para mí, lo mejor de este trabajo son ellos, su respuesta, su risa, sus besos... ellos", añade. "A veces es muy duro, hay muchas tristezas, pero también muchas alegrías y estas últimas lo compensan todo", añade Sara Ruiz, su compañera.

La figura del cuidador no está tomada en cuenta todo lo que debería. Son profesionales que se encargan de que estas personas estén bien atendidas 24 horas. Pero más allá de eso, les dan cariño y establecen vínculos emocionales con ellos. "Cuando hay alguna pérdida la verdad es que lo pasamos muy mal, porque son muchas horas y les coges mucho cariño. Al final, forman parte de tu vida", explica Rocío.

Además, estos profesionales tienen que aprender a compaginar su vida personal con la laboral. "Es difícil desconectar cuando te vas a casa, porque por ejemplo si hay algún abuelo que se encuentra mal, no puedes dejar de pensar en ello. Y cuando vuelves en tu siguiente turno, lo primero que haces es preguntar cómo está y cómo ha pasado el día", cuenta Rocío.

Además de que estén bien atendidos, los trabajadores de esta residencia se ocupan de que los ancianos realicen todo tipo de actividades beneficiosas para ellos. "Yo me encargo de que realicen actividades de estimulación cognitiva, talleres de músicoterapia, actividades de contacto con la realidad... Les viene muy bien, y tratamos de mantener las capacidades que todavía conservan", cuenta José Miguel. "Además, realizamos muchas actividades de ocio: hacemos excursiones, en Navidad invitamos a coros para que vengan, hemos contado algunos años con la Banda de Música de Viator, hacemos teatros...", añade.

De hecho, ya se encuentran realizando talleres con motivo de las fiestas navideñas. "Todos los años montamos un Belén grande con piezas que ellos mismos pintan. Pero además, están haciendo unas figuras coloreadas navideñas para sus familiares", explica el terapeuta. Y es que en la residencia celebran la Navidad como en cualquier otro hogar. "Somos como una gran familia y hacemos cenas por Nochebuena, Nochevieja, etc. Además, el día de Reyes nos disfrazamos y les damos regalos", cuentan las cuidadoras.

"Es gracias a los trabajadores que podemos realizar todas estas actividades, porque requieren de mucha ayuda y mucha atención. Pero a ellos les vienen muy bien, ya que de esta manera desconectan y pasan un rato agradable", concluye José Miguel.

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