Carnavales, el Año Chino o la Noche en Negro son solo tres ejemplos de las múltiples actividades que el Ayuntamiento está auspiciando con la loable intención de dinamizar el centro comercial y que tienen como principal escenario el Paseo de Almería. El éxito de las convocatorias, que respaldan los intereses de comerciantes y hosteleros, posee, sin embargo, otra cara, la de los vecinos, que comienzan a cansarse por causa del ruido. Piden al equipo de gobierno buscar otras ubicaciones que respondan también al fomento de la actividad económica o, al menos, acomodar los horarios al descanso, entendido éste como un derecho.

Resulta paradójico que mientras que el Ayuntamiento trabaja en el seno de la Mesa del Ruido con el objetivo de buscar soluciones a las molestias que provocan, entre otros negocios y zonas, locales de copas en el casco histórico, surjan voces de protesta por los ruidos que genera el propio Consistorio. "Hay festejos en el Paseo de Almería cada fin de semana y el folclore dura hasta las doce de la noche, en una calle en la que la mayoría de los que vivimos somos personas mayores y nos acostamos antes", apuntan como introducción los insomnes vecinos a problemas como la "imposibilidad de escuchar la tele o el vibrar de las ventanas" de los primeros pisos. Explican que, aunque el Paseo es la principal arteria comercial de la ciudad, "es una calle estrecha y, por tanto, poco apropiada para que cada fin de semana haya actividades", razón que esgrimen a la hora de buscar otros escenarios " como la Rambla, más abiertos" que permitan que la música, por ejemplo, se diluya.

Se sienten, por otro lado, arrinconados a la hora de defender su derecho al descanso. No cuentan con una asociación vecinal en la que se vean reflejados, llevando, consideran, la voz cantante en el Paseo de Almería las asociaciones de comerciantes y hosteleros, que son los primeros interesados en la organización por parte del Ayuntamiento de las actividades de dinamización.

Sacan a relucir ante ello las tasas e impuestos que pagan a las arcas públicas por vivir en esta calle de primera categoría, a la espera de que el ruego de al menos adelantar el toque de queda de las actividades sea atendido.