Son vistos como héroes y en buena medida lo son. Sin embargo, los legionarios no dejan de ser personas con familias y vidas que a veces son incompatibles con el desarrollo de sus actividades castrenses. Así lo ha denunciado el presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), Jorge Bravo, durante un encuentro con los medios en Almería, en el que también participó el delegado provincial, Juan Abad, de forma previa a un encuentro con militares de la provincia.

Bravo apunta que uno de los "grandes problemas" a los que se enfrentan los miembros de las Fuerzas Armadas es el de la movilidad geográfica debido a cambios de cuartel, cierres de bases... "sin tener para nada en cuenta la situación personal de cada militar". "En Almería hay que tener en cuenta que la Legión sale mucho de misión, son unos militares muy operativos, los problemas de conciliación son aquí muy acusados y se notan mucho", apunta.

"Se han dado casos de legionarios que han regresado de una misión y apenas han tenido diez días de descanso, antes de dos semanas ya estaban preparando un ejercicio", añade Bravo en esta línea.

Asimismo, el presidente de AUME asegura que las condiciones de trabajo de los militares que participan en misiones en el exterior "no tienen nada que ver con las de otros países, vamos a la zaga, no tanto en los medios como en la forma de trabajar". Mantiene que "la jornada en las misiones no está regulada. Es complicado hacerlo cuando estás en un conflicto pero eso no significa que no deba existir una regulación de los horarios de trabajo".

Bravo lamenta a su vez el escaso apoyo que reciben los allegados de estos soldados. "No suele pasar en otras profesiones que una familia se quede coja durante seis meses, quedándose bastante desprotegida. Lo mínimo sería darle un apoyo, no sólo material, sino también en todas aquellas situaciones que precisan de comunicación", asegura el de AUME, apostillando que los militares desplazados a otros países sufren "cortes de Internet" o se encuentran con que "no hay suficientes líneas telefónicas".

La AUME es la asociación profesional mayoritaria entre los militares. Fundada hace diez años, en la actualidad cuenta con casi 4.000 socios de cualquier empleo, escala y ejército, más de 150 en Almería. Este colectivo se ha empeñado en "transmitir la otra cara de la moneda que enseña el Ministerio de Defensa al hablar de un ejército ejemplar". "Lo es en el producto y en lo que hace en profesionalidad pero no en las condiciones de trabajo, en lo que pasa en las misiones internacionales, en los cuarteles y en el trato profesional que reciben los militares en las bases", dice Bravo.

La asociación denuncia la "gran problemática" por la que atraviesa la carrera militar en España tras una década de Gobiernos, "sobre todo entre 2005 y 2010", que han elaborado una serie de leyes, como la de Tropa y Marineria, o la de Carrera Militar, que han tenido una importante incidencia -defiende Bravo- sobre los miembros de este colectivo.

Por ejemplo, Bravo afirma que casi el 45 por ciento de los miembros de Tropa y Marinería son profesionales sujetos a compromisos temporales, "lo que nosotros llamamos contratos basura que permiten mantener a los profesionales atados de una forma muy sibilina", que además finalizan su último contrato a los 45 años, "lo que no es sólo un problema para las Fuerzas Armadas, sino también para las arcas del Estado, porque este reservismo de especial disponibilidad conlleva una pensión de 600 euros de por vida, lo que según un estudio de AUME puede suponer el pago de 10.000 millones de euros hasta 2030".