La ciudad de Almería honró ayer al Santísimo Sacramento y sangre de nuestro Señor Jesucristo con una jornada cargada de actos y cultos para honrar al Corpus Christi, tras festejarse su Festividad el pasado jueves.

Los citados cultos empezaron a las once y media de la mañana con la Santa Misa Estacional, la cual fue oficiada por el Obispo de la Diócesis almeriense, Adolfo González Montes. Tras la celebración de la Eucaristía, ante una Catedral repleta de fieles entre los que había muchos cofrades y autoridades civiles y eclesiásticas, el Santísimo quedó expuesto de forma ininterrumpida hasta que comenzó la procesión para la adoración y veneración de los fieles de la sagrada Custodia. El primer templo de la Diócesis de Almería permaneció abierto de forma toda la jornada para que todos los feligreses que quisieron pudieron confesarse con sacerdotes que hubo durante todo el día y venerar al Santísimo.

Ya por la tarde, a las seis, empezó el solemne rezo de vísperas. Al finalizar esste se abrió el dintel de la puerta principal de la Catedral para que comenzase la procesión eucarística. Abrió el cortejo la Agrupación Musical Ntra Sra. del Mar de Huércal. Tras la banda, la cruz parroquial, escoltada por dos faroles. Detrás, una representación de hermandades de la capital y provincia precedió la salida del Corpus Christi. A los sones de la Marcha Real, interpretada por la Banda Municipal de Música de Almería salió la Custodia.

El Santísimo Sacramento se dirigió después hacia la calle Eduardo Pérez para proseguir luego por Real, Plaza de San Pedro y Ricardos. Aquí aguardó el primero de los cinco altares efímeros que se dispusieron durante la jornada. El Señor de la Santa Cena presidió el mismo en la puerta de su sede canónica, alzándose por cierto con el primer premio del concurso de altares del Ayuntamiento. Desde aquí prosiguió el cortejo hacia Paseo de Almería y Puerta de Purchena. En este punto, epicentro de la capital, esperaron dos altares efímeros el paso del Santísimo. Concretamente fueron los de las Hermandades de Coronación, con su paso de palio montado y San Juan Evangelista y una secundaria, y Macarena, con una pequeña imagen de la Virgen de la Esperanza presidiendo el mismo, los que engrandecieron este sitio. El cortejo siguió por Plaza del Carmen. Especial fue el paso por delante de la Iglesia de Santiago Apóstol ya que, de manera extraordinaria por su 75º Aniversario Fundacional, la imagen de Nuestra Señora de los Dolores presidió su puerta, además del altar efímero montado por la corporación en la puerta trasera. La procesión continuó por Las Tiendas y Mariana. Aquí se detuvo el Santísimo Sacramento delante del altar efímero montado por el Grupo Joven de la Hermandad del Silencio, segundo premio del concurso, en la puerta lateral del Convento de las Hermanas Clarisas. El cortejo continuó por Plaza de la Constitución Vieja, Cervantes hasta la Plaza de la Catedral. Aquí, Adolfo González Montes impartió la bendición a todos los asistentes a la procesión y fieles, concluyendo así una jornada de honra al Santísimo.