Almería

El Cortijo del Fraile se cae a trozos ante la indiferencia administrativa

  • Cada año que pasa son más los expolios que sufre y la techumbre se está cayendo porque las maderas han cedido · Nadie se explica cómo un edificio tan singular se encuentra en ese estado de ruina

El cineasta Sergio Leone grabó varias secuencias de 'El Bueno, el feo y el malo' hace 40 años en El Cortijo del Fraile. Más reciente, se rodaron escenas de 'El Coyote' de José Coronado. Este lugar tan emblemático del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar está en ruina total. En los últimos siete años ha sufrido tal deterioro, que es hasta peligroso andar curioseando por el interior de las ruinas.

Nadie se puede explicar cómo las Administraciones competentes en la conservación del Patrimonio Histórico han dejado pasar el tiempo y ver como la estructura del cortjo del Fraile se iba viniendo abajo.

Aurora Luque, es una escritora almeriense que lleva muchos años afincada en Málaga. Hace un mes conoció el lugar donde se produjeron unos hechos en 1928 que dieron lugar a que García Lorca escribiera 'Bodas de sangre'. Luque se quedó fascinada de una construcción tan majestuosa y criticaba duramente que nadie hubiera hecho hasta ahora nada por salvar un edificio tan emblemático de una época, y que tuvo su importancia en aquellos años.

El cortijo está situado en Níjar, a mitad de camino de las pedanías de Los Albaricoques y Rodalquilar dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Su estado actual es de total abandono, cuenta con un oratorio, campanario, cripta funeraria con 12 nichos, hornos, cuadras cochineras y aljibe. Es famoso por el crimen que ocurrió en sus inmediaciones, el llamado Crimen de Níjar que tuvo lugar el 22 de julio de 1928 e inspiró la obra de Federico García Lorca titulada Bodas de Sangre. También se basa en los mismos hechos la novela de la escritora Carmen de Burgos Puñal de claveles.

En marzo de este año se pudo observar que habían arrancado un escalón completo de la capilla y también habían roto parte de la puerta de la capilla. El edificio fue construido en el siglo XVIII por los frailes dominicos, mientras la capilla fue construida en el siglo XIX.

En el año 2002, un grupo de intelectuales, pintores y artistas en general, entre los se incluían algunos periodistas elaboraron un manifiesto donde daban cuenta de la situación que atravesaba dicho Cortijo. En aquel tiempo se producían continuos expolios de lapidas y utensilios por parte de los visitantes que llegaban atraídos por la fama del cortijo.

Este colectivo de personas dada la singularidad de la edificación, pedía la restauración del Cortijo, acordes con la categoría de la obra y el paisaje en que se enclava. Ya en el año 2002, se solicitaba que el Cortijo se convirtiera en un Museo Etnográfico del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar; con una especial dedicación al suceso de 1928, como a las posteriores obras literarias que generó. La propia edificación, tan sugestiva, como enclave rural, con elementos arquitectónicos del siglo XVIII y oratorio del XIX, presenta por sí sola un enorme atractivo para convertirse en el futuro Museo del Parque.

Hace año y medio, el propio Juan Goytisolo que ya recorriera la zona hace 50 años, también solicitaba que se tomara alguna medida para salvar de la ruina y el expolio el Cortijo del Fraile. El arquitecto y poeta catalán Joan Margarit visitó el Cortijo hace un mes y también quedó fascinado al contemplar una construcción de esta extensión en una llanura del Parque Natural. El escritor Juan José Ceba, probablemente sea uno de los mayores defensores del Cortijo y siempre ha dejado constancia de que no tiene ninguna explicación que se gaste tanto dinero en otras muchas cosas, y se deje el patrimonio histórico abandonado y que se caiga.

Mientras tanto, el Cortijo que hoy día es una ruina casi total, sigue siendo objeto de visitas de curiosos y sobre todo de gente que conoce parte de su historia. Aunque una señal prohíbe entrar en el interior, nadie hace caso, y pasa. Las maderas de las techumbres se han podrido y los tejados se están hundiendo. Alguien ha puesto un candado en la puerta de la capilla, eso la ha salvado de ser totalmente destruida.

A muy pocos metros, aparece una aljibe vieja, de toda la vida, y otra aljibe, que llama la atención por su blancura ya que está hecha de hormigón y alguien la blanqueó con cal. Unas palmeras son los únicos testigos mudos a las puertas del Cortijo de que allí hubo vida, pero hoy sólo hay ruinas.

Las Administraciones competentes tienen la palabra, al igual que la tenían en los últimos años y nada se hizo para remediar un deterioro que puede que el lugar sólo pueda ser recordado en libros y en viejas películas.

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