Almería

Fomento plasma sobre papel la ciudad del futuro sin tren y más comunicada

  • El jefe de Infraestructuras Ferroviarias del Ministerio justificó como "hito arquitectónico" las cúpulas de llegada a la ciudad · Serán, junto a la terminal de llegada, lo más caro del proyecto redactado

Almería se convierte en una ciudad del siglo XXI con sigilosos pero firmes pasos. Aún sin contar con fechas para el inicio de las obras, ya nadie duda de que el soterramiento será una realidad. De hecho, un año después de que el Ayuntamiento esperara la llegada del Estudio Informativo, el Ministerio de Fomento presentó ayer a los medios de comunicación su visión de la "ciudad del futuro", según lo calificó el jefe de Infraestructuras Ferroviarias, José Luis González, con la clara voluntad de justificar ante la ciudadanía una propuesta que mejorará la circulación rodada peatonal en cerca de dos kilómetros de superficie. Desde el Gobierno central se reconoce que el actual trazado "no está adaptado a un modelo urbano de futuro".

Uno de los principales puntos en debate es la estación. La llegada de la Alta Velocidad, que no será totalmente soterrada. Desde Fomento fueron varias las justificaciones que se plantearon. Desde el punto de visto ferroviario, la estación tiene unos requerimientos de iluminación y ventilación en una ubicación de la que se debe aprovechar la centralidad, y para el viajero "es más conveniente una estación lo más superficial posible". Desde el puntos de vista urbano, González indicó la "mayor pemeabilidad tanto rodada como peatonal", de la zona.

En manos del Ayuntamiento queda la reurbanización de la zona, por lo que los pasos peatonales y, por tanto, el número de cúpulas, dependerá de las calles a las que desde Urbanismo se quiera dar salida a través del nuevo bulevar que concurrirá de forma paralela a la carretera Sierra Alhamilla desde El Puche. A diferencia del único paso peatonal que existe en las inmediaciones de la actual Intermodal, con la nueva infraestructura, el peatón tendrá la posibilidad de cruzar desde Ciudada Jardín hasta el centro, "cada 80 o 90 metros".

Las mejoras en la denominada "permeabilidad" serán varias. Así, pese a las críticas que han recibido las bóvedas, se matiza que pueden convertirse en un "hito arquitectónico que servirá como puerta de entrada para los usuarios del tren". De 1,5 kilómetros de distancia que existe entre los pasos rodados de avenida del Mediterráneo y la confluencia entre carretera de Ronda y carretera Sierra Alhamilla, se pasará a unos 600 metros, que es la distancia máxima entre la avenida de Madrid, donde se realizará un nuevo vial trasversal y las inmediaciones de la estación antigua de tren. A ello se sumarán los pasos peatonales, "sin pendiente", pese a los cerca de cuatro metros que llegarán a tener las bóvedas en la zona más cercana a la estación.

Por otra parte, entre las preocupaciones planteadas por Fomento también se encuentra cómo afectará la importante intervención en el tráfico de la ciudad. Así, ya se está trabajando en buscar alternativas, para cuando se esté construyendo el cajón por el que discurrirá el tren de forma subterránea, sobre todo, en la confluencia de las obras con vías de gran tráfico como la autovía del aeropuerto o la avenida del Mediterráneo, con el compromiso de mantener el servicio en ambas.

Hasta que sea una realidad, aún queda un proceso de negociación entre las administraciones, en el que se indique principalmente el montante que tendrán que aportar cada una de las administraciones vinculadas, Ayuntamiento, Junta y Gobierno central.

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