Almería

Travesía santa desde Aguadulce a Roquetas

  • El sacerdote Alberto Peregrín echó un ramo de flores a la mar para recordar a los compañeros fallecidos · Acudieron cientos de fieles a la misa al aire libre

La pequeña talla de la Virgen del Carmen levantó pasiones marineras en miles de personas que siguieron la tradicional procesión marítima terrestre de las fiestas de Aguadulce, población de la que es patrona.

Era la primera vez que salía a la mar tras el polémico y reciente proceso electoral que acabó, sólo oficialmente, con la división que embargó la unidad de la hermandad que lleva su nombre enfrentada por la gestión del sacerdote Alberto Pelegrín, quien cuando acaben las fiestas de este año se traslada a Albox, por lo que Aguadulce tendrá nuevo sacerdote.

El año pasado, el mal tiempo impidió que la Virgen se embarcara, pero en 2009 la celebración fue completa, el tiempo acompañó, hubo unidad de la hermandad y los vítores a la imagen no cesaron ni durante la travesía marítima ni durante la realizada por las calles.

Los costaleros de la Hermandad de la Virgen del Carmen, que el año pasado celebraron sus 25 años, levantaron la imagen para portarla desde la vieja y remozada Ermita hasta el puerto deportivo. El calor hizo que para próximas ediciones se piense en revisar este horario. Con brío y fervor, como durante toda la carrera, se bajó la talla hasta el mar, luchando los brazos con una infernal y empinada cuesta que hizo sudar a los costaleros.

En la explanada del Puerto les esperaban cientos de fieles que siguieron la misa al aire libre en presencia del alcalde Gabriel Amat y concejales del equipo de gobierno.

Un grupo musical puso color rociero a la celebración y tras comulgar los fieles que lo desearon se embarcó a la Virgen en un barco para comenzar la travesía hasta el puerto de Roquetas de Mar.

De nuevo los costaleros, ataviados con pañuelo amarillo, sacaron adelante fuerza para embarcar la imagen en presencia de los cientos de personas.

La Virgen del Carmen se colocó a proa y poco más de media hora después de haber salido de Aguadulce llegó a Roquetas de Mar, donde un sacerdote le recibió y entregó un nuevo ramo de flores.

De nuevo los vivas a la Virgen resonaron en el puerto roquetero. A bordo del barco, el concejal Nicolás Manzano, la guardia civil, los miembros de la Hermandad y los peregrinos que querían acompañar a la talla. El día acompañó y casi una veintena de embarcaciones que escoltaron el viaje para que la Virgen del Carmen.

Durante la travesía hubo momentos muy emocionantes, como el acto de echar al mar un ramo de flores por parte del sacerdote Alberto Pelegrín para recordar a los compañeros desaparecidos, la espectacular imagen de los cohetes y fuegos artificiales lanzados desde la playa a la altura del chiringuito El Tiburón, que supuso un espectacular momento. Fue el único momento en que el barco se detuvo y maniobró para acercarse a la costa. A la llegada al Puerto de Aguadulce, de donde había partido una hora antes, miles de personas, más gente que a la salida, se congregaron para recibir a su patrona.

Emocionante desembarco y comienzo de la procesión para subir la talla hasta la parroquia que lleva su nombre, donde fue guardada y colocada en un trono plateado pasando la noche en el templo auditorio para salir en procesión por las calles ayer jueves 16 de julio, último día de las fiestas patronales.

Ayer, la Virgen recibió en el templo auditorio el homenaje de la Coral Virgen del Mar, que llegada desde la capital, le cantó magistralmente. Aguadulce tenía ganas de sacar a la mar a su virgen marinera y este año por fin pudo hacerlo. La población respondió y se volcó con ella.

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