La gran actividad sísmica que ha registrado en los últimos meses la provincia de Almería ha llevado a la Red Sísmica Nacional, dependiente del Ministerio de Fomento, a instalar una unidad móvil en el faro de Cabo de Gata para analizar en profundidad los epicentros y la profundidad a la que se producen en el mar. El objetivo es, como aseguró a Diario de Almería el director de la Red Sísmica Nacional, Emilio Carreño, "hacer un seguimiento a través del satélite. Para ello se ha instalado hace apenas 15 días una furgoneta que lleva instalada en el techo una antena que emite toda la información necesaria".

Precisamente fue en la madrugada de ayer, sobre las 01:30 horas, cuando una nueva serie de terremotos despertó a los almerienses. La provincia registró tres terremotos con una intensidad máxima de 3,3 grados en la escala de Richter y con epicentro al sureste de la capital que no llegaron a causar daños materiales ni personales, según los datos facilitados por el Instituto Geográfico Nacional y el servicio unificado de emergencias 112.

El movimiento sísmico de mayor intensidad se pudo sentir sobre las 02:00 horas a pocos kilómetros al este de la capital almeriense, y ha sido precedido por otros dos, a las 1:23 horas, de 2,5 grados, y a las 1:18 horas, de 2 grados. El teléfono de emergencias 112 recibió durante la madrugada una treintena de llamadas procedentes de Almería capital y su área metropolitana, como son las zonas de El Toyo y Retamar. También alertaron de la incidencia vecinos de Viator, Vícar y Roquetas de Mar, que aseguraron haber sentido el temblor.

Almería registró a principios de este mes más de un centenar de movimientos sísmicos en menos de una semana, en su mayoría de escasa magnitud, aunque varios de ellos también fueron sentidos por la población de la capital y otras localidades cercanas. Estos episodios son relativamente frecuentes debido a que se trata de una zona de alta actividad sísmica, como aseguran los expertos.

Emilio Carreño insiste en que "en Almería ha habido días de mucha actividad, pero otros en los que no se ha registrado ni un solo terremoto". En este sentido, asegura que "no hay por qué preocuparse porque teniendo en cuenta la zona, es normal que haya movimientos sísmicos de forma frecuente".