Viajero,

si a Almería vas

de tres "pes"

te has de guardar:

Puche, Pérez y Perceval

NO se trata, evidentemente, del resurgir en el tiempo-espacio de algún descendiente del otrora dominante apellido, pero sí de su icono urbano más representativo, La apertura pública, y al público, de la señera Casa de los Puche justifica volver a prestar atención al edificio civil presumiblemente más antiguo dedicado a vivienda de los catalogados en la capital; salvado milagrosamente de la piqueta devastadora que asoló el Casco Histórico. Datado en el tránsito del s.XVII al XVIII, el palacete neoclásico construido en la hoy plaza Bendicho como signo visible de la jerarquía burguesa dieciochesca, estuvo destinado a residencia privada de sus propietarios y del personal a su servicio. Con motivo de la bendición esta tarde por el obispo de la Diócesis, al tratarse de la sede de una Hermandad penitencial dedicada a dar culto a sus advocaciones titulares (cuyas imágenes originales, recordemos, desaparecieron en el voraz incendio de la catedral en la Semana Santa de 1996), el lector tendrá cumplida información de su "puesta de largo" formal a través de este Diario.

Nosotros, tras felicitar a los hombres y mujeres que han posibilitado el rescate de la preciada joya arquitectónica, intentaremos en estas dos crónicas de fin de semana resumir en lo posible su dilatada historia. Recopilar lo más interesante de lo publicado (nombres, fechas, vivencias, curiosidades) que dan cuerpo y forma al inmueble y divulgar datos más o menos inéditos propios, contrastados. De paso, matizaremos algunas desinformaciones que ("cortar y pegar") se repiten sin mayor verificación. Las fuentes archivísticas son las habituales: catedralicia -basándome en otros autores-, municipal y Registro de la Propiedad. Lamentablemente, no disponemos de tiempo para una revisión seria de los protocolos Notariales en el Archivo Histórico que despejaría determinadas lagunas sobre propietarios y transacciones. Pero antes de proseguir es obligado detenerse en sus auténticos protagonistas.

Hermandad del Prendimiento

En el concierto cofradiero capitalino pocas han hecho un tan sacrificado esfuerzo económico por gozar de Casa propia. La Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús en su Prendimiento, Jesús Cautivo de Medinaceli y Ntra. Señora de la Merced es heredera, no natural e "ideológica" aunque sí cronológica y nominal, de la de Ex Cautivos en la aciaga posguerra. Dando un notable salto en el calendario vemos como un puñado de jóvenes -varios de ellos ocupan actualmente cargos de responsabilidad, incluido su hermano Mayor, Enrique Marín Lupión- se reunían en dependencias del colegio de Seises de la catedral con la decidida intención de colaborar en el resurgimiento de la cuasi extinguida Semana Santa almeriense avanzada ya la década de los Setenta.

En ello estaban cuando D. Recesvinto Martínez, canónigo de la Catedral y responsable de las cuestaciones del Domund, le ofreció, gratis, la habitación-almacén donde guardaba las "huchas", en Los Puche, para que acondicionaran su sede. A su muerte siguieron como inquilinos de D. Jesús Belda, pagando 500 pesetas mensuales. Después de quince años, y aconsejados por Guillermo Zaragoza y el fallecido sacerdote Fernando Berruezo, se "liaron la manta a la cabeza" y tras conseguir un crédito preferente de 540 mil euros de la entidad Unicaja -avalado personalmente por un reducido número de miembros de su junta directiva-, la adquirieron en propiedad al Obispado siendo entonces prelado Rosendo Álvarez Gastón. Me comentan que el importe de la compra-venta fue destinado a Cáritas Diocesanas Española. El siguiente paso, peliagudo por el riesgo económico que conllevaba, era el de acometer su rehabilitación total hasta recuperar el pasado esplendor. El manejo del incisivo bisturí fue encomendado a Ramón de Torres, arquitecto de demostrada eficacia en estos menesteres, quien en 1995 comenzó su cirugía reparadora. Seis años han transcurrido y a la vista está el lisonjero resultado. La Casa de los Puche se suma así al catálogo -no muy extenso ni suficientemente valorado- de inmuebles monumentales a visitar. Y a disfrutar por la ciudadanía, ya que esta es la firme decisión acordada por la junta de gobierno de la Cofradía. Su emplazamiento en el corazón de la Almería milenaria, sus espacios amplios y diáfanos disponibles, la hace idónea para, independientemente de las específicas tareas como Casa-hermandad, múltiples actividades culturales y lúdicas: exposiciones, presentación de libros, conferencias y mesas redondas, pregones, recitales musicales de pequeño formato, etcétera. Es el momento en que también la Ciudad lo haga suyo.

El palacete señorial está protegido por el actual Pgou con el "grado 2", razón que legitima la entrega de 440 mil euros contemplada en la Ordenanza Municipal de Ayuda a la Rehabilitación Privada de 1996. Otra colaboración institucional ha sido la facilitada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, consistente en el saneamiento y restitución a su estado original de la fachada de la catedral a la que, inexplicablemente, estaba adosada. Por último, la Hermandad de Prendimiento se ha visto beneficiada con generosas donaciones, de distinta cuantía, por parte de particulares que aquí, lógicamente, no vamos a enumerar.

Plaza Bendicho

Si el arrabal de La Musalla estuvo ocupado durante la dominación islámica por huertas y almunias de recreo (posiblemente a una de estas perteneció el aljibe de la finca perfectamente conservado), tras la "conquista" cristiana se convirtió en zona de expansión de la Al-Madina venida a menos, con la catedral y hospital como edificaciones singulares. Paulatinamente, alrededor de la seo metropolitana los señores principales irían levantando sus viviendas hasta convertir el anchurón irregular del Cubo (por el de la iglesia-fortaleza donde luce el auténtico Sol de Villalán) en la hoy íntima y céntrica plaza Bendicho, antes de Los Olmos, Revolución y La Princesa, en la collación parroquial del Sagrario.

El plano dedicado al marqués de Canales que insertamos ya recoge a principios del siglo XVIII edificaciones adosadas al muro Este de la catedral. El de su ángulo inferior se corresponde con el primitivo solar donde se asentaron los Puche. Posteriormente (1708-1714), durante el obispado de fray Manuel de Santo Tomás y Mendoza, alzarían la cárcel penitenciaria, habilitada más tarde para casa del sacristán, colegio de Seises y dependencias parroquiales. De estas fechas tenemos, entre ambas, la llamada Casa de la Música -hoy sede del Patronato Provincial de Turismo-, según Tapia, sin concretar referencias, que la compró el Ayuntamiento para que ensayara la Banda Municipal. Prosigue el sacerdote-historiador (Almería, piedra a piedra): mediada la centuria la habitó el deán Juan González de Soto y, en el XIX, Francisco de Paula Gómez Barragán, igualmente deán y vicario durante la sede vacante del obispo Pérez Minayo. Del resto de vecinos daremos cuenta mañana.