Los Molinos consiguió una importante victoria que le permite mirar con ilusión hacia los puestos de salvación tras un partido intenso en el que ninguno de los dos equipos dio su brazo a torcer hasta el pitido final. El encuentro no lo desaprovecharon ninguno de los dos para mostrar sus ansias por lograr la victoria final y el Atarfe fue el que casi siempre fue por delante en el marcador. Los Molinos fue a remolque por descuidos. A los 38 segundos, Gorka Pindado inauguraba el marcador tras un despiste de la defensa molinera, que el atarfeño aprovechó para, con suspense, adelantar a los suyos. Tocó Álvaro, pero tras dar en el palo entró.

Los Molinos no quiso perderle la cara al partido y se volcó cara al marco visitante, que agazapado esperaba cualquier contra para imponerse en el marcador. Un penalti, en el minuto 3 sobre Sito, lo transformó en el gol del empate Sergio.

Apretó el cuadro de José María López que en el 7 desaprovechó una clara ocasión para ponerse por delante. Sin embargo, durante 20 minutos fue un quiero y no puedo de los locales, mientras los de Javi García esperaban su oportunidad. Esta llegó en el 27, en la que Iván, en jugada personal, marcó en vaselina.

Aunque al final de la primera parte el Atarfe pudo haber sentenciado, no lo hizo y dejó vivo a un Los Molinos que en la segunda parte intensificó su dominio y, en el 54, puso de nuevo las tablas por medio de Sergio, en jugada personal. Oler la victoria perjudicó a Los Molinos que siguió buscando la victoria, pero se encontró con el 2-3, obra de Raúl, al aprovechar uno de los varios rechaces de la defensa molinera.

Todo parecía sentenciado con ese gol, si bien el cuadro molinero no desistió, aunque sin fortuna. De todas formas, la falta de concentración del Atarfe condujo a Los Molinos a lograr lo inesperado. En el 89, Adrián Moya, que llevaba dos minutos sobre el terreno de juego, aprovechó un saque de banda para poner las tablas y Sito, en el 94, dio la vuelta al marcador tras un centro de Sergio, desde la banda izquierda, para cabecear al fondo de las mallas y desatar la alegría en los locales.