Liga adelante

Pozo demuestra valer su peso en oro (1-0)

  • Un chispazo del malagueño en el descuento permite cazar al Albacete La acción del gol nace en una falta previa de Kalu Uche sobre Pulido Pleno acierto de Gorosito en el once, los cambios y la gestión del partido.

509 minutos le han bastado a Pozo para darle 6 puntos al Almería, casi el 25% de los sumados hasta la fecha gracias a dos chispazos, uno que sirvió como carta de presentación ante el Osasuna cuando el partido expiraba y otro que le hace reivindicarse contra el Albacete cuando el duelo agonizaba en el descuento. 

Pozo demostró ayer que vale su peso en oro. Un jugador distinto para una categoría que nada en la mediocridad como es la actual Segunda División es un maná caído del cielo, una especie en peligro de extinción que los entrenadores deberían mimar en lugar de castigar con reiterados banquillazos o incluso con sesiones de cemento en la grada. 

En la división de plata prima lo contrario, el nadar y guardar la ropa, el vivir refugiado para sacar petróleo en alguna acción aislada en el aspecto ofensivo, el ser rocoso y jugar al límite del reglamento, armas que supo emplear el Albacete a la perfección a lo largo de todo el encuentro, pero que no le sirvieron para frenar el genio individual de Pozo en la recta final. 

Y es que Gorosito, que andaba despistado en las últimas jornadas, tuvo una tarde inspirada en todos los sentidos. Dispuso al once más en forma del momento, dando entrada a Iván Sánchez y Puertas en los costados y a Lolo Reyes por Fatau en el pivote para compañar a José Ángel. Al descanso, viendo que la zaga de cinco no le alcanzaba para generar mayor peligro en el área rival, retiró a un defensor (Cuéllar) para dar entrada a un atacante más (Kalu Uche) y variar el dibujo táctico para apostar por un 4-4-2 que le dio más mordiente al equipo. 

No solo eso, Gorosito estuvo tan sembrado que acertó de pleno con los cambios. Uche aportó peligro en el área, Ramírez desborde por banda y Pozo (quizá el más dudoso al retirar del campo a Iván, uno de los jugadores más enchufados), que se inventó la acción del gol. El argentino se reconciliaba así con un graderío que empezaba a cuestionar sus últimos movimientos erráticos. 

En juego estaba dar caza en la tabla clasificatoria al Albacete y los manchegos salieron sin disimulo en busca del 0-0, mientras el Almería intentaba madurar el encuentro para ponerlo a su favor. El dominio del primer acto fue enteramente local, pero sin la pegada necesaria para marcharse al descanso en ventaja, contando apenas una contra de Chuli mal finalizada por Puertas al entrentenerse en el área y una falta directa de Dubarbier que despejaba de puños Juan Carlos. 

El Albacete ni siquiera se tomó la molestia de visitar el área de Casto, pero en sus dos únicas aproximaciones al filo del descanso sacaron dos buenos disparos a cargo de Fede Vico y Víctor Curto, requiriendo la intervención de Casto el primero y marchándose fuera el segundo. 

En la segunda parte el Almería salió dispuesto a dar un paso adelante con la entrada de Kalu Uche y en el minuto 57 dispuso de una doble ocasión de oro en las botas de Chuli. En la primera recibe una asistencia de Antonio Puertas pero falla en su intento de driblar al meta Juan Carlos antes de rematar. Acto seguido, sin solución de continuidad, recibe una gran rosca de José Ángel y su remate, envainando bien el balón con el interior de su bota, salía repelido por el larguero. 

Los locales empezaban a gustarse viendo la inoperancia ofensiva de su rival y la cosa mejoró con la entrada de Juan Ramírez al terreno de juego. Con la zaga contraria menos entera físicamente el argentino dio una lección magistral de encarar, desbordar y centrar que tuvo su culme a los 70 minutos con un gran centro al segundo palo, donde el remate a bocajarro de Iván Sáchez se topaba con Juan Carlos cuando todos cantaban el gol. 

El Almería disputaba sus mejores minutos del encuentro y empezaba a gustarse, pero el crono avanzaba de forma inexorable y no había forma de encontrar el camino del gol, mientras el banquillo se desquiciaba con las continuas faltas manchegas hasta el punto de que Soriano vio la roja directa por protestas al árbitro en un instante en el que lo peor era detener el juego. 

Los de Gorosito apretaron los dientes, pero ni tan siquiera con otro gran centro de Iván al área, resuelto esta vez con un testarazo de Kalu Uche, sirvió para poner el 1-0 en el marcador. 

El partido encaraba ya su recta final cuando el Albacete puso el corazón en un puño a los seguidores rojiblancos en un contragolpe bien conducido por César seguido en la banda contraria por Jona, pero el buen centro del primero se encontró con una pésima defi nición del segundo, que empujó el balón fuera cuando encaraba a casto perseguido por Ximo. 

Un sudor frío recorrió la espina dorsal de todo los que estaban en el Mediterráneo, pero el equipo, y esto también es mérito de Gorosito y su vena motivadora, no se dio por vencido, tuvo fe hasta el final. Fue entonces cuando el árbitro devolvió lo que quizá robara en Vitoria al hacerse el ciego en una clara falta de Uche sobre Pulido en la acción previa a la genialidad que Pozo se marcaba en el área, muy parecida al mago que saca un conejo de la chistera. 

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