Ya se sabía que la aventura en Segunda División B no iba a ser un camino de rosas para el CD El Ejido y en las dos primeras jornadas ha quedado más que demostrado. Dos partidos y dos derrotas para un conjunto ejidense que, tras caer en Melilla (2-0), encadenó un nuevo tropiezo el domingo en su primera puesta en escena como local frente al Granada B (3-0). Por el resultado podría parecer que el filial granadino, que será uno de los gallitos de la competición, fue superior en cuanto juego, pero nada más lejos de la realidad.

Los rojiblancos hicieron lo que tuvieron que hacer, marcar y no conceder nada en defensa, todo lo contrario a lo que hizo el conjunto del Poniente almeriense. Los granadinos se aprovecharon de los regalos en defensa de los celestes y fueron efectivos, superando a los locales, solamente, en lo que a potencial físico se refiere, porque en cuanto a dominio del esférico e intento de desplegar un juego elaborado fueron los de González los que ganaron la partida, aunque no sacaron fruto de ello por culpa de dos despistes en la zaga que le costaron dos goles.

Se perdió por un gol más que en el Álvarez Claro en la primera jornada, pero lo cierto es que el CD El Ejido fue mejor que ante los melillenses. Mejoraron notablemente en ataque, a pesar de no finalizar con contundencia sus jugadas ofensivas, en las que estuvieron muy activos Alfonso y Javilillo, pero volvieron a mostrar mucha inseguridad en defensa, cometiendo errores "que se pagan muy caro en esta categoría", como bien dijo el técnico Alberto González tras el partido.

Los ejidenses dejaron claro que van a ser un equipo al que le guste tener el esférico, una apuesta que puede ser arriesgada para ser un recién ascendido, y sobre todo frente a rivales con galones y muy potentes físicamente, pero es su seña de identidad y no van a descartarla. Los dos primeros resultados han sido negativos, pero hay también muchas sensaciones buenas, como bien decían González y Javilillo. Es cuestión de tiempo, de tener paciencia y de que se vayan puliendo esos graves errores típicos de las primeras jornadas. Llegarán los buenos resultados y la afición celeste lo sabe, por eso despidió a sus jugadores entre aplausos tras caer ante el Granada B.

No pudo comenzar mejor la temporada la UD Almería B en el Grupo IX de la Tercera División. Victoria contundente de los de Fran Fernández ante el Alhaurino por 4-1 en el anexo el pasado domingo y dejando muy buenas sensaciones en todas las parcelas. Destacó la efectividad del delantero Sillero, autor de dos tantos, y el buen hacer de jugadores como Gaspar o Abenza, que este curso están llamados a ser también futbolistas clave en el filial rojiblanco.

A priori, parece que el conjunto de Fernández aspira a moverse en la zona más alta de la tabla clasificatoria, aunque desde el cuerpo técnico mantienen los pies en el suelo y tienen muy claro que su máximo objetivo es seguir formando a jugadores para que puedan ayudar al primer equipo si fuese necesario. Uno de esos jugadores no será el guardameta Yeray Gómez, ya que lleva una semana buscando con urgencia equipo al rescindir su contrato con la entidad almeriense, club con el que aún le quedaba esta temporada firmada. No ha habido confirmación oficial del club en este sentido, al igual que no la hubo con Fran Pastor, pero ambos jugadores ya buscan su futuro lejos de tierras almerienses.

En el Grupo XIII, sigue la inercia positiva del Atlético Pulpileño, que igualó 2-2 a domicilio ante el Imperial en un partido en el que los murcianos llegaron a ponerse 2-0. Por contra, los huercalenses están teniendo un mal inicio de campaña y el domingo lo confirmaron cayendo por 1-4 ante el UCAM Murcia B, aunque los de Juanma Hoyos pagaron en exceso algunas equivocaciones arbitrales.