Fútbol l Obituario

Un lustro con Polo en el recuerdo

  • El jugador almeriense, que ascendió con la A.D. Almería a Primera División, murió hace hoy cinco años

Dicen que el fútbol no tiene memoria. Algunos futbolistas son venerados como auténticos reyes durante su vida deportiva, sea más larga o más corta, y tras colgar las botas caen en el olvido. Los éxitos o los fracasos posteriores parece que hacen olvidar a los aficionados las etapas anteriores. La grandeza de un ascenso, la alegría por un título, la dificultad decualquier victoria, son aspectos que se valoran en el momento, pero que tienden a quedar arrinconados en nuestra mente con el discurrir de los años.

La historia futbolística de Almería está plagada de altibajos. La camisola rojiblanca que representa a nuestra ciudad, con unas siglas u otras grabadas en el corazón, ha pasado por todas las categorías. Se ha hecho grande en los campos de Preferente, ha sabido sufrir en Tercera, ha tenido carisma en Segunda B, ha rozado la gloria en Segunda A y la ha conseguido en Primera. Las barras rojas y blancas que representan la barra de San Jorge han sido vestidas por centenares de futbolistas, que han forjado y que son el germen de la actual Unión Deportiva Almería.

Sería injusto personalizar porque todos han dado lo mejor de sí mismos en el campo [y lo siguen dando], pero hoy sábado 30 de mayo se cumplen cinco años de la muerte de uno de los mejores exponentes de lo que representa el fútbol almeriense: Salustiano Polo. Los aficionados de su época lo recuerdan pidiendo el balón pegado a la banda del Franco Navarro, haciendo un regate para poner con precisión un centro al corazón del área, celebrando ante el Castellón aquel primer histórico ascenso a Primera.

Polo, su nombre futbolístico, vio la luz un 24 de octubre de 1952 en el norte de la provincia de Almería, en Nacimiento. Sus primeros pasos con un balón los dio en el C.D. Antonio, equipo que sería su trampolín hacia el Real Madrid. Con el club de la Castellana, se proclamó campeón de España juvenil y, estando en el Castilla, jugó partidos con el primer equipo en la Copa del Generalísimo.

Cádiz, Getafe y Burgos, donde coincide con jugadores como Migueli o Juanito, son sus siguientes estaciones, antes de coger el tren que lo llevaría de vuelta a su tierra. En Almería, Salustiano Polo estaba obligado a triunfar. Y lo hizo. De la mano de la Agrupación Deportiva, pasa de la Segunda División B a la Primera. Un éxito sin precedentes en el balompié almeriense. Sin embargo, la felicidad es efímera. Polo tuvo que emigrar y aquella Agrupación acabó condenada a muerte por las deudas.

Ascensos en Linarejos y Los Cármenes, antes de decir adiós al fútbol en 1984 en El Ejido. Polo escogió un equipo de su tierra para colgar las botas. Él hizo grande este deporte en Almería; él, junto a Juan Rojas y muchos más, está en los altares del balompié local.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios