Definitivamente está confirmado: el Antonio Peroles es territorio celeste. Y así se volvió a atestiguar en el día de ayer en un derbi del Poniente del que los ejidenses volvieron a salir airosos gracias a los tres tantos anotados por Katxorro y por Chema en dos ocasiones.

Sin embargo, lo de ayer no fue un camino de rosas para un Poli Ejido que sufrió de lo lindo en el primer tramo del encuentro ante un Roquetas que salió más decidido a por la victoria.

Así, las primeras llegadas a una meta rival las protagonizó el conjunto rojillo de la mano de un jugador que perdonó lo imperdonable durante la primera parte, Pallarés.

Y es que este futbolista se encontró con la primera gran ocasión del choque en el minuto 25 cuando, tras un mal saque de Valerio, De Gomar se encontró con el balón en la banda derecha y sirvió para un Pallarés que en el mano a mano con el arquero no supo resolver la acción de manera favorable para los suyos.

No obstante, el capítulo de acciones falladas lo compartiría con Javicho, que tampoco acertó a rematar la faena cuatro minutos después tras otro pase realizado por De Gomar que se paseó por toda el área celeste y que Javicho remató desviado cuando parecía más difícil eso que rematar hacia portería.

En cualquier caso, lo que estaba claro es que el equipo que buscaba el gol era el rojillo mientras que el Poli bastante hacía con aguantar las acometidas de los roqueteros y con tratar de no dar más facilidades en defensa.

Y por si eso no fuera suficiente, a los celestes se les complicaría aún más la cosa a partir de la media hora de juego tras la lesión nuevamente de Valerio, que tuvo que ser sustituido por Ubierna.

Y precisamente Ubierna sería protagonista de una nueva acción de peligro para los de Florit. Y es que una cesión de Juan Luis al arquero se fue envenenando de tal manera que, unida a las dudas de Ubierna, a punto estuvieron de volver a dejar solo de cara a puerta a un Pallares que ayer volvió a comprobar que la jornada iba a ser para olvidar.

Pero lo que son las cosas del fútbol: cuando más estaba sufriendo el Poli y en el momento en el que suspiraba por llegar al descanso para rearmarse de cara al segundo acto, en ese momento, apareció Katxorro y se sacó un cambio de juego magistral que dejó solo en la izquierda a Platero y permitió al cántabro centrar a la frontal del área chica donde Chema esperaba para marcar a placer.

De este modo, el Poli pasó de suspirar por tener una tregua en el descanso a encarar el intermedio con el marcador a favor y partiendo con ventaja de cara a la segunda mitad. Imposible tener más rendimiento habiendo ofrecido tan poquito en ataque.

Tras el descanso, la segunda mitad arrancaba con un Poli crecido tras haberse puesto por delante a última hora y un Roquetas obligado a jugar contracorriente tras haber perdonado más de lo preciso.

Pero, a diferencia de lo ocurrido en la primera mitad, el segundo acto fue de un marcado color celeste ya que los de Velázquez supieron manejar el partido mostrándose muy seguros atrás y saliendo a la contra para sentenciar el choque.

Ese fue el guión que se viviría durante todo el segundo acto. Y así sería más aún cuando, en el minuto 71, Katxorro recibía un balón en posición más que dudosa y se plantaba absolutamente solo ante un Flavio al que batiría por bajo de disparo cruzado.

El tanto de Katxorro acabó siendo la puntilla para un Roquetas que le ponía más corazón que criterio y acierto y que acabaría de bajar los brazos definitivamente cuando, a diez minutos para el final del encuentro, Moreno recuperó un balón en el flanco derecho del ataque celeste y cedió para Chema que redondeó su gran actuación batiendo en el mano a mano al arquero roquetero en lo que fue el definitivo 0-3.

Victoria por lo tanto para un conjunto celeste que suma sus primeros puntos fuera de casa y coge aire en la zona baja y frenazo para un Roquetas que acumula dos derrotas consecutivas.